Estuvimos en la presentación de la nueva línea de workstations de HP y pudimos conversar con algunos importantes representantes de la industria de la producción y los efectos especiales. ¿Cuál es el estado de la industria en los últimos años?
Inscríbase en nuestros newsletters
La semana pasada tuvimos la oportunidad de estar en Nueva York para la presentación de HP de la actualización de su línea de Workstations, los computadores de alto rendimiento apuntados a los usuarios profesionales de disciplinas como el diseño, la post-producción de video, la ingeniería y todo lo que requiera operar con grandes volúmenes de información de una forma rápida y, ojalá, confiable. Y pudimos notar dos elementos que han transformando la forma de trabajo en prácticamente todas las verticales en la última década, y cómo están llegando a un punto de inflexión que cada vez más elimina las barreras entre plataformas: movilidad y precio.
En el terreno de lo esperable, la compañía actualizó los tres modelos clásicos de escritorio, el HP Z420, Z620 y Z820 ahora vienen con procesadores Intel Xeon E5-1600v2 y Xeon E5-2600v2, basados en Ivy Bridge de cuarta generación: de lo mejor que puede esperarse en equipos de este segmento. El poderío gráfico -cada vez más relevante en todo tipo de procesamiento-, viene de la mano de tarjetas Nvidia Quadro, pudiendo elegir varios modelos dependiendo de cuánto se quiera pagar, siendo el tope una configuración con la flamante Quadro K6000, presentada recientemente por la compañía californiana y empacando las mejores especificaciones de una tarjeta en el mercado.
Las sorpresas llegaron por el lado de la plataforma móvil de workstations de HP, los ZBooks. Las workstations móviles son equipos que históricamente y para todos los competidores del mercado han sido grandes, pesados, poco amigables con la estética, pero de una utilidad tremenda por las posibilidades en terreno que abren para el trabajo. HP lleva varios años liderando el mercado de workstations y parece que no está dispuesto a dormirse en su posición. Esto lo dejó claro Jim Zafarana, VP y general manager de la unidad de Commercial Solutions Business, mientras realizaba la presentación de los productos, tomaba un ZBook que parecía común y corriente y procedía a abrirlo, sacando de su interior otro ZBook, estilizado, liviano y, por lo menos en sus palabras, potente: ZBook 14, el primer Ultrabook Workstation del mercado. Algo que dejó bastante boquiabiertos a los asistentes, comentando muchos incluso que no habrían pensado en la posibilidad de unir siquiera esas dos categorías en el futuro reciente, y es que -nuevamente- el trabajo y el poder que necesita este tipo de trabajo siempre ha ido de la mano con un dolor de hombros por cargar las máquinas necesarias para realizarlo.
Por supuesto que la categoría de los ultrabooks es conocida por respetar poco los límites de su denominación, con lo que podemos encontrar equipos que de ultrabook sólo tienen el nombre, y que poco les falta para ser un laptop común y corriente. Pero parece ser que HP se cuidó bastante de otorgar realmente un equipo que le haga honor a sus dos categorías: el ZBook 14 tiene la delgadez (23mm), el peso (1,62kg) y la posibilidad de contar con pantalla táctil que caracterizan a los ultrabook; además de contar con el poder de procesamiento que todo workstation merece (desde un Intel Core i5-4200U hasta un i7-4600U en procesamiento, mientras en el apartado gráfico carga la HD 4400 integrada y una AMD FirePro M4100 para las aplicaciones más exigentes). Por si fuera poco, las partes son reemplazables con la facilidad que caracteriza a los últimos modelos de workstations HP, contando con un sistema de botones que hacen el trabajo limpio y rápido.
La compañía ha sido cuidadosa con el precio de los los equipos móviles para la región, argumentando que depende de la configuración que el usuario prefiera y del país donde lo compre. Pero si no elevan en exceso los precios, este podría ser un duro golpe para competidores como Dell o Lenovo, si no se apuran a entregar opciones para el mercado que está necesitando opciones cada vez más móviles y convenientes. Claro que Dell respondió rápido el golpe y ya anunció su Precision M3800, una workstation portátil “super-delgada”, que de hecho supera en especificaciones al ultrabook de HP, con sólo 18mm de grosos y una Nvidia Quadro K1100M. Claro que habrá que ver las pruebas reales y los precios para saber cuál va a ser la más competitiva del mercado.
Mobilidad y precio: redefiniendo la industria
No es extraño encontrarse haciendo zapping por los canales de televisión y encontrarse con una película de los 80 abundante en malos efectos de animación 3D. Malos viéndolos desde el prisma actual, claro, pero que en ese momento requerían prácticamente de días de post-producción, rendering y una serie de procesos computarizados que exigían al máximo a las máquinas del momento. En el otro extremo, tenemos los impresionantes gráficos vistos en las nuevas producciones, con niveles de detalle tan altos que engañan a cualquier ojo, y que difuminan cada vez más las barreras entre la realidad y la fantasía. Y lo mejor de todo: casi cualquiera puede obtener resultados de animación aceptables, aún sin un computador tan potente. ¿qué sucedió entre medio?
Henric Larsson, CEO de Chimney, una de las compañías de contenidos creativos más importantes de la actualidad, responsables de campañas de marcas de la talla de BMW, H&M, Toshiba, o de videos musicales de artistas como Duran Duran, Rihanna y Madonna, contaba su experiencia con los computadores y los procesos de post producción, poniendo en un contexto claro la diferencia entre el ayer y el ahora: pensar en la tecnología de hace 20 años basta para que te de un dolor de cabeza.
“Los computadores profesionales de aquel entonces eran caros y lentos. Muchas veces nos pedían secuencias animadas en distintos proyectos y era un trabajo de meses. Tomen en cuenta que podíamos dejar 3 días en render una secuencia de un par de minutos, y eso es sin considerar que que debíamos programar la animación. Hoy en día vas a una librería de plug-ins y tienes aditamentos para animar agua, humo, piel, todo lo que te imagines, en aquellos días era todo a mano, y sólo tenías una oportunidad para hacerlo, no había más tiempo”.
Chimney Group Showreel 2013 Warsaw from Chimney Poland on Vimeo.
Con respecto a la industria la puesta en contexto que realiza es lapidaria. “En aquel entonces no teníamos competencia, porque nadie podía pagar la tecnología”.
Y no hace falta recordar mucho para confirmarlo. Recién en los años 80 se logró producir un workstation bajo la barrera de los US$10.000, y aún hay que considerar que los sistemas más avanzados siguieron costando hasta US$100.000 aún ya bien entrados los 90.
“Ahora puedes comenzar una compañía con US$5.000”, cuenta Ryan Brown, un productor de cine y videos independiente, conocido como IamaFilmGuy y autodenominado como un “hombre orquesta” de lo audiovisual. “Antes la calidad, el precio y las posibilidades de edición tanto de las cámaras como de las workstations impedían que el negocio audiovisual fuera muy accesible para productores independientes. Ahora basta un ZBook y una cámara tan barata como la Black Magic Camera (US$1.995) para tener resultados de nivel profesional.
Creo que el estado de la industria se resume en una frase que dijo Mark Russell, supervisor de efectos especiales de películas tan clásicas como Saving Private Ryan, o la increiblemente visual Synecdoche New York. “No me importaría que estas workstations costaran el doble. El gasto final a estas alturas es absolutamente ínfimo”.
- Palabra Clave
- Servicios
Comentarios