El fundador de PayPal, Tesla Motors y SpaceX, Elon Musk, se ha sumado a las voces de quienes preocupa el desarrollo de inteligencia artificial.

El fundador de la automotriz Tesla, Elon Musk, se ha sumado a las voces a quienes preocupa el desarrollo de inteligencia artificial.

La semana pasada participó en el simposio “AeroAstro Centennial” organizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Tras su ponencia de una hora, se le preguntó su opinión sobre el tema.

Musk dijo que la inteligencia artificial es la amenaza más grande para la supervivencia de la humanidad. Incluso comparó su desarrollo con invocar al demonio.

Creo que debemos tener mucho cuidado con la inteligencia artificial. Si tuviera que pensar en cuál es la principal amenaza a nuestra existencia, probablemente sea esa. Así que debemos ser muy cuidadosos con la inteligencia artificial.

Cada vez me inclino más a pensar que debe haber alguna regulación que la vigile, quizá a nivel nacional e internacional, sólo para asegurarnos de que no hagamos algo muy estúpido. Con la inteligencia artificial estamos invocando al demonio”, dijo.

Agregó que HAL 9000, la malvada computadora de la película 2001: Odisea del espacio, sería “un cachorro”. La inteligencia artificial que se desarrolla actualmente es mucho más compleja, aseguró.

Hace unos meses se anunció que tanto Musk como Mark Zuckerberg invirtieron una cantidad importante de dinero en Vicarious, una empresa enfocada en el desarrollo de inteligencia artificial, lo que podría parecer contradictorio.

Sin embargo, semanas después dijo que no esperaba generar ingresos con esa inversión, sino que lo hizo para vigilar el desarrollo de dicha tecnología.

El “Tony Stark de la vida real” no es el primero en advertir sobre los riesgos de la inteligencia artificial. En mayo, Stephen Hawking junto con otros tres renombrados científicos publicaron un editorial en el diario británico Independent en el que señalan que la inteligencia artificial puede ser el peor error de la humanidad.

Podemos imaginar que dicha tecnología sería más inteligente que los mercados financieros, tendría más inventiva que los investigadores humanos, manipularía a los líderes humanos, y desarrollaría armas que no podríamos entender. Mientras que el impacto de corto plazo de la inteligencia artificial depende de quién la controla, el impacto de largo plazo depende de si puede ser controlada", escribieron.