Las salas de venta de las inmobiliarias ya no serán lo mismo. Equipadas con una serie de elementos novedosos, pretenden convertir a la tecnología en un aliado para conquistar a los clientes.
El impacto de la tecnología ha sido transversal a muchas industrias. Con millones de usuarios relacionándose con ella a diario, es prácticamente inconcebible para una empresa que quiera atraer clientes, no considerar la incorporación de herramientas digitales que brinden una mejor experiencia a las personas.
Estas prácticas son comunes en industrias como la banca, telecomunicaciones o las empresas de entretenimiento, sin embargo, un sector que se está sumando discretamente a estas tendencias, sin ser uno de los icónicos para este rubro, es el inmobiliario.
Indudablemente, las decisiones de compra para estos casos tienen un peso mucho mayor que el de una ida al supermercado, por eso, la inclusión de soluciones innovadoras pretende ser un factor a favor de las inmobiliarias.
Antes era habitual informarse de estos proyectos a través de programas especiales de televisión, diarios o folletos publicitarios. Lo normal era acudir a visitar los pilotos de aquellas ofertas que llamaron nuestra atención y hacerse una idea más concreta de cómo sería vivir en aquel lugar.
Sin embargo, durante los últimos años, las empresas inmobiliarias han ido incorporando recursos tecnológicos que les permitan comunicar su oferta y acercar el negocio a sus potenciales clientes. Conceptos como marketing online, mobile marketing, pantallas touch o realidad virtual son algunas de estas nuevas armas.
Cecilia Celis, gerente de Marketing de Inmobiliaria Fernández Wood Vizcaya en Chile, ha sido testigo de este cambio: “Quizás nuestro mercado ha sido más cauto en utilizar estos avances, básicamente porque es muy distinto vender un producto de retail que una propiedad, que significa un esfuerzo económico más grande para las familias y una decisión mucho más meditada, pero en la práctica hemos comprobado que funcionan muy bien”, explica.
LA NOVEDAD ES LA REALIDAD
La realidad virtual y aumentada asoman como las principales cartas tecnológicas para la industria. El potencial que brindan estas herramientas es evidente, pues transformaría la manera en que exploramos un proyecto en el cual nos interesamos. Además, si consideramos que una generación tecnológica como los Millennials se está acercando a la edad en que se toman decisiones relacionadas con el dónde vivir, las posibilidades de éxito para quienes implementen estos desarrollo aumenta.
“A través de esta tecnología, la persona puede apreciar los espacios, terminaciones y distribución. Esto ayuda a una mejor comprensión del proyecto de manera general y en detalle, aportando así, a que los clientes tomen una decisión de manera más informada”, explica la ejecutiva de Fernández Wood Vizcaya, inmobiliaria que ha sido pionera en implementar los pilotos con realidad inmersiva en sus salas de ventas.
Nicolás Posada, director de Inmersus, la compañía que desarrolló los proyectos de realidad inmersiva para la inmobiliaria revela que dar ese sentido de realidad es algo muy difícil de lograr ya que se necesita un equipo multidisciplinario que sepa cómo trabajar en un alto nivel en varios softwares en simultáneo. De hecho, agrega que el proceso de decoración interior del piloto es tanto o más complejo que el de la vida real.
En cuanto al crecimiento de estas soluciones, Posada nos cuenta: “Desde que implementamos el primer piloto virtual inmersivo en Chile ya han pasado dos años y no ha sido lo que esperábamos en las salas de venta en el país. Como es un producto novedoso y no está considerado dentro de la inversión inicial, debemos pasar por el proceso de aceptación de las inmobiliarias, de que esto sí es una herramienta de venta que genera un alto impacto en los compradores.
Pero, ¿qué tan alta es la inversión al considerar la inclusión de la realidad virtual/aumentada? Si bien no recibimos una cifra específica, el representante de Inmersus revela que el costo promedio de desarrollar e implementar esta tecnología es aproximadamente un 25% del costo de un Departamento Piloto en la realidad. “No es ni exclusivo ni caro, sino que debe estar conceptualizado como una inversión desde el inicio de la evaluación de un proyecto, declarado y considerado desde el primer análisis de cabida de los proyectos inmobiliarios para que así no se considere después como un gasto extra”.
Podríamos hablar entonces de una tecnología que en este mundo aún está en proceso de formación y crecimiento, lejos del desarrollo y la madurez. Si bien este año se posiciona como el de la realidad virtual, este aún se concentra esencialmente en el entretenimiento y la ociosidad. Samsung, Sony, HTC, Facebook y Oculus son algunos de los gigantes que masificarán estas tendencias, pero para las inmobiliarias estas nuevas herramientas no están consideradas del todo, aún deben pasar por un período de prueba y eso, probablemente, demorará un par de años.
¿Qué hay para el futuro cercano? Por supuesto, no basta con quedarse con lo que ya hay. Los desarrolladores de esta tecnología deberán seguir buscando soluciones que atraigan a los clientes. A juicio de Nicolás Posada, la evolución de esta propuesta estará dada por la mejora en la calidad gráfica, el menor peso de los archivos, la disponibilidad de verlos online y que los pilotos virtuales contengan información más detallada sobre lo que se está viendo en la realidad virtual. Es decir, “que no solo sirva para sentirse como si estuvieran dentro, sino que las aplicaciones sean capaces de proveer más información sobre las terminaciones, estructuras y decoración del departamento, que permita a los compradores tomar la decisión más informada y real posible”, explica.
LAS OTRAS HERRAMIENTAS
Por supuesto, el avance que se registre en este campo, debe estar acompañado de las otras cartas tecnológicas que, aunque son menos complejas, pueden brindar experiencias satisfactorias. Para conquistar a los cibernautas, no basta con subir la información del proyecto y las plantas de los distintos modelos de vivienda. Hoy por hoy, podemos encontrar videos y fotografías realizados por drones que muestran, por ejemplo, la extensión completa de un barrio en 360 grados o la vista panorámica que tendrá un departamento ubicado en el décimo piso.
Otras páginas, han implementado cotizadores y simuladores de crédito en línea, para hacer más completa la experiencia del usuario. Casos como el de la inmobiliaria Manquehue, que con la creación de una aplicación permitió hacer mucho más interactiva la navegación por sus proyectos, evitando en muchos casos la necesidad de tener que ir en persona a ver el piloto son ejemplos de esto. Con ella, el usuario podía recorrer todos los espacios interiores, conociendo sus especificaciones técnicas reales con un simple clic. Incluso tenía un sensor de movimiento que permitía en cada recinto hacer giros en 360°, acercarse o alejarse de los espacios y ver distintos decorados.
Estas novedosas aplicaciones complementan una experiencia de usuario amigable que asegure lo básico. Por ejemplo, en inmobiliarias como Brotec-Icafal donde incorporan herramientas que faciliten la búsqueda y cotización y ayuden a visualizar la vivienda y el entorno. Se trata de un simulador donde ingresas el precio de la vivienda, pie, años y arroja un gráfico que es flexible y puede modificarse en línea, ajustado también a la tasa de interés promedio que ofrece la banca. Además, aprovechando las aplicaciones que ofrece Google Maps, relacionadas con el transporte, el entorno y la visualización en 360°, se complementa una experiencia más completa de exploración y cotización.
Otro aspecto que ha cambiado en las estrategias comerciales es el impacto que ha tenido Internet como medio de comunicación. El marketing digital antes era sólo un pedazo del "pastel" del presupuesto de las inmobiliarias, pero hoy se ha transformado en una prioridad, con la consecuente modernización de páginas páginas web y la incursión en redes sociales.
A juicio de la ejecutiva de Inmobiliaria Fernández Wood Vizcaya, el principal cambio que ha entregado la tecnología al mercado inmobiliario es la capacidad de medir y segmentar el mercado llegando directamente a sus clientes objetivos. “La tecnología también nos ha ayudado a llegar con facilidad al cliente exacto que es el perfil de nuestros proyectos. Con esto, la venta ha mejorado y los gastos de marketing han disminuido. Ya no es necesario abarcar una muestra muy grande para llegar al cliente objetivo. El cliente se busca, se estudia y se llega directamente a él con una propuesta de valor”, concluye.
* Fotografía: Inmersus.
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