Este tipo de software no es sólo para nerds y programadores. Por el contrario, puede ser beneficioso para tu negocio por su escabilidad y cambios sin límites para cada empresa.

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Probablemente, al leer el concepto “código abierto” vas a pensar inmediatamente en Linux u otro tipo de sistemas operativos o lenguajes que solamente saben utilizar programadores, nerds o fanáticos de la tecnología. Sin embargo, poco a poco, estas plataformas han comenzado a entrar a todo tipo de empresas. Incluso, probablemente, en tu lugar de trabajo.

¿Por qué han alcanzado esta popularidad? Estos sistemas de código abierto se han convertido durante los últimos años en los reyes de las bases de datos, principalmente, por su capacidad tanto de impulsar la innovación como reducir los costos en las empresas, además de facilitar soluciones comerciales propias de cada compañía.

Por otro lado, estas alternativas también permiten que las empresas puedan acceder a nuevos tipos de infraestructuras más ágiles, flexibles y escalables, que brindan procesamiento y gestión de datos en tiempo real.

Por supuesto, ninguna base de datos de código abierto es realmente útil sin un buen compañero. La clave para tener los mejores resultados es utilizar esta tecnología con un servidor fiable y sólido, como son las alternativas con las que cuenta IBM.

Este es el caso de Power 8, una plataforma desarrollada por la compañía en conjunto con Linux y otras compañías de software con código abierto. Con este sistema, el software libre pueden alcanzar hasta un 80% más en rendimiento, entregando no sólo más flexibilidad y performance, sino también la capacidad de reducir los costos de los programas.

En conjunto, ambas plataformas permiten entrar de lleno a la era digital. No sólo en el mundo de Internet de las cosas y de análisis de datos en tiempo real, sino también a herramientas de vanguardia para mejorar, por ejemplo, la detección de fraude.

¿No te imaginas cómo podrías utilizar estos servicios? Probablemente conoces a una empresa que ya los usa. Hablamos de Moovit, la aplicación de transporte público, que usa precisamente estas herramientas para actualizar sus datos en tiempo real, sin demoras y sin caídas.

Esto no sólo les permite evitar retrasos y frustración de los usuarios, sino que además mayor escabilidad, rendimiento y menor tiempo de inactividad. Así mejoran el servicio para sus usuarios, permitiendo que la empresa pueda enfocarse en el crecimiento de su operación y la innovación en servicios.

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