Tras haber inaugurado una incubadora y aceleradora en Chile, el presidente de Microsoft para A. Latina nos entregó su visión del panorama actual y algunos avances que emprenderá la compañía en la región.

Las economías latinoamericanas han dado un gran paso durante las últimas décadas. El motor de crecimiento ha permitido que millones de familias salgan de la pobreza y puedan mirar al futuro con otra perspectiva. El ecosistema tecnológico de la región ha sido muy parecido en ese sentido; si bien está mucho más retrasado que en otros lugares, en el último tiempo ha podido concretar importantes avances que fomentan el emprendimiento a nivel local e internacional.

No por nada, muchas empresas tecnológicas se han fijado en esta parte del planeta para aprovechar las condiciones generales o explotar el talento local. De hecho, uno de los gigantes tecnológicos como Microsoft ha lanzado recientemente un programa de emprendimiento en Chile que busca abrir terreno en este ámbito. Con el apoyo del gobierno chileno y otros fondos privados, Imagine Business Lab tuvo su punto de inicio a fines de 2014. Esta incubadora y aceleradora de startups es la encargada de representar el modelo que seguirá Microsoft con Latinoamérica.

En ese marco, AETecno conversó con Hernán Rincón, presidente de Microsoft para América Latina, quien compartió su visión respecto a la proyección de este tipo de iniciativas y la competitividad que puedan alcanzar las startups de la región en el particularmente globalizado mundo tecnológico.

-¿Qué representa este reciente lanzamiento en Chile? ¿Cuál es su potencial?

-Llevamos invirtiendo en A. Latina 30 años, en todo tipo de proyectos; desde nuestras operaciones comerciales, sirviendo a nuestros clientes y partners pero más allá de eso, hacemos inversiones que ayuden al desarrollo económico de todos los países en los cuales participamos. Creemos que la innovación tecnológica y organizacional son motor de crecimento para los países de América Latina. Estamos empezando con este en Chile pero la idea es llevarlo más allá. Estamos pensando al mismo tiempo en cómo llevarlo a Perú, Colombia y México para tener un impacto totalmente regional.

-¿Hay avances concretos ya en Perú o México?

-Vamos a empezar aquí (en Chile), porque el acuerdo es llevar esto para tener un mercado, que por ejemplo con México, Perú y Colombia, alcanza las 300 millones de personas y que nos dé muchas más posibilidades de escalar.

-¿El modelo de financiamiento y trabajo sería similar, buscando apoyo de gobierno y otros asociados?

-Siempre nosotros trabajamos en asociación con la comunidad local: gobiernos, empresas y asociaciones; creemos que al combinar los tres o los cuatro obtenemos el mayor impacto. Solos nadie puede hacerlo; los gobiernos saben que solos no pueden. Estaba conversando recién con el Banco de Chile, que tiene algo similar y acordamos combinar esfuerzos para tener un mayor impacto.

-¿Cómo ve usted el ecosistema del emprendimiento en América Latina? ¿Se están propiciando las condiciones recién o se trata de un fenómeno ya avanzado y maduro?

-Depende de los países. Hay unos más sofisticados como Chile, Colombia, México en donde las condiciones son más fértiles para que los empresarios jóvenes e incipientes puedan crear sus empresas. Pero no es suficiente, a veces las trabas burocráticas hay que limpiarlas; el acceso a crédito hay que facilitarlo y el acceso a la tecnológica hay que proveerlo. Cuando se hacen esas combinaciones se acelera mucho más. Hay muchas empresas pequeñas y mediana hoy funcionando en América Latina que son el motor de crecimiento y que hace unos años eran solo unas ideas. Lo que estamos buscando es que haya más y que tengan un potencial  más grande para que tengan un impacto mayor, por ejemplo en todo el continente.

-¿Cree que estas iniciativas pueden llevar a las startups latinoamericanas a un plano más competitivo globalmente?

-Hay ya muchas compañías latinoamericanas de tecnología y software development, por ejemplo, que tienen operaciones en Europa, España e Italia, que ya estan empezando a salir. Más difícil es penetrar en mercados como el americano. Esa sería la siguiente frontera para nosotros. Lograr que estas empresas crezcan tanto y se fortalezcan tanto que puedan competir con las grandes empresas americanas; es un sueño, nuestra aspiración.