CEO Grupo Assa: “En A. Latina hay un talento enorme para la transformación digital”

Por en Empresas

La organización, liderada por Roberto Wagmaister, cuenta con 1.400 colaboradores en más de 11 países, quienes apoyan a sus clientes en este complejo proceso.

Inscríbase en nuestros newsletters

Roberto Wagmaister, CEO Grupo Assa, lidera hoy una organización con 1.400 colaboradores en más de 11 países, quienes apoyan a sus clientes en la a veces compleja transformación digital. Fundador también de Argencon, asociación empresarial argentina que aglutina a las grandes compañías de servicios basados en la informática y el conocimiento, Wagmasteir es una voz autorizada para hablar también de nuevos negocios y capital humano en la región. De todo eso y más conversó con AmericaEconomia.

-Se desprende de su biografía que ha tenido una vida profesional muy entretenida.

-Y te aseguro que me sigo divirtiendo como el día uno, en que comencé en esto.

-Comenzó como consultor de tecnologías en una multinacional. Sueldo seguro y estabilidad laboral. ¿Cuál fue el clic para renunciar?

-Más que un clic, diría que es algo de genética de emprendimiento. Soy un emprendedor; ese es el ADN que tengo. El tema es que algún momento me fusione con una gran compañía de consultoría, una de las big four. Y estando ahí con la estabilidad, como tú decías, me di cuenta que la sangre tira más que cualquier cosa. Renuncié, volví a aplanar calles y funde gA (Grupo Assa).

-Cuando tomó esa decisión, era 1992, y la tecnología era elitista, mucho menos conocida. ¿Dónde se apoyó para soportar la incertidumbre inicial?

-Cuando decidí renunciar, recibí el apoyo de un grupo de 16 profesionales que decidieron acompañarme en esta aventura. Y en un bar de Buenos Aires, en la zona de Retiro (barrio al este de la capital), fundamos lo que es hoy Grupo ASSA, y con ello fuimos creciendo, miramos hacia afuera, conseguimos la internacionalización y nos llegamos a convertir en una multinacional. 

Trans-fórmate

-Fue de los primeros en hablar de "transformación digital de los negocios" en la región. ¿Le miraban con cara de loco?

-Algunos, sí; no tengo dudas de eso. Hoy el mundo entero está asistiendo a una mega disrupción, como consecuencia de la evolución y la maduración de las tecnologías. Nosotros apuntamos a decir ¿cuál es el motor de esta transformación digital? Esto surge con la aparición del dato del individuo, y esto hace que se desarrolle el concepto de inteligencia artificial (IA), ya que sin datos no existiría la IA. Desde ahí evoluciona hacia el concepto de inteligencia aumentada, que es el vínculo entre la persona y la máquina, en un dialogo interactivo de ida y vuelta.

-En la transformación digital de los negocios prima ¿la máquina o el talento de la persona?

-En este momento de la historia el talento de la personas tiene una gravitación mayúscula. Por eso yo presentó este tema diciendo que la transformación dentro de una organización comienza con un "trans-fórmate".

-Ahí está apuntando a un cambio en la forma de pensamiento de las personas. 

-Y más que eso: acá lo esencial es un cambio en los patrones de pensamiento de las personas.  

-ASSA ha incluido en sus consultorías la llamada "integración a la cadena de valor" en las empresas. ¿En qué consiste esto?

-Primero, nosotros creamos hace tres años un centro de estudio para la transformación digital que se llama gA Center for the Digital Transformation, donde hicimos una investigación que incluyó toda América Latina. La conclusión fue que el nivel de inversión en tecnologías digitales en Latinoamérica es aceptable, llega a los 80 en escala de 100, pero la percepción de beneficio concreto de dicha inversión es aún muy baja, llegando a 46 en escala de 100.

-O sea, se invierte, pero se cree que no genera grandes ganancias en las compañías.

-Llegamos a la conclusión de que la "brecha" existe porque al integrar lo que se llama el “lado del consumidor” -que es la interacción que hoy vemos más asiduamente-, falta sumar el “lado industrial” de la cadena de valor. Esto sucede porque las empresas utilizan las tecnologías digitales para producir bienes, pero al llegar al consumidor final, siguen trabajando de forma análoga -después de alcanzar la venta- y así no se perciben los beneficios. 

-¿Cuál sería el valor agregado de lo digital para generar mayor rentabilidad? 

-Cuando tú utilizas Uber o Airbnb, notas un primer diferencial clave: precios. Además, te llevas una experiencia de consumo más amplia, satisfactoria. Entonces, el tema central es cómo transformar los brick-and-mortar (sectores tradicionales) de la economía, que son empresas que agrupan más del 90% de la economía mundial.

No están en Júpiter

-Sabemos que hay mucha resistencia al cambio, pero ¿cuál es el temor central que despierta la aplicación de nuevas tecnologías a los negocios en Latinoamérica?

-El temor de ser reemplazado por un robot y la estabilidad laboral. Pero además hay una cosa fundamental, que es que las estructuras organizacionales de las empresas están diseñadas para las economías analógicas, no para una economía colaborativa, que es la economía actual, y ese desencuentro es el que crea temor, no el uso o integración de la tecnología.

-¿En qué pie está hoy América Latina en el camino hacia la transformación digital de los negocios?

-Vivimos tiempos extraordinarios en la región para realizar un catchup, como países emergentes que somos, mirando a los países más desarrollados.

-Un cambio para una Latinoamérica diversa, como los gobiernos de la región.

-Sí, lo es, y por eso hemos desarrollado talento desde la resiliencia. Talentos llenos de creatividad, que justamente tienen en su origen la dificultad del continente de poder desarrollarse, y esa característica hoy vale oro… Yo soy muy optimista con la transformación digital. Va a ayudar a progresar a la región entera. Y en América Latina hay un talento enorme de gente disponible para la transformación digital, porque están acá, no hay que traerlo de Júpiter.

Comentarios

Error | tecno.americaeconomia.com

Error

El sitio web encontró un error inesperado. Vuelva a intentarlo más tarde.