CEO Celistics: “Hemos evadido estar en las grandes iniciativas públicas que terminan en el fracaso”

Por en Empresas

José Antonio Ríos compartió su visión del mercado latinoamericano de los teléfonos celulares, su dinámico presente y proyección al futuro cercano con una particular visión del trabajo en colaboración con las empresas y el gobierno.

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Uno de los mercados que más se mueven en el mundo y mayor expectación genera es el de los dispositivos móviles. En particular, los smartphones concentran gran parte de este negocio, considerando que hoy por hoy son capaces de absorber gran parte de las tareas que realizamos, además de lo netamente recreativo. No por nada, la consultora IDC prevé que el crecimiento anual de estos aparatos en 2014 se ubique en 19,3%.

Por eso, AETecno dialogó con uno de los actores fundamentales en la cadena de vida de los celulares y smartphones en Latinoamérica. Se trata de Celistics, empresa que intenta transformarse en el nexo entre los fabricantes de los equipos y los operadores móviles para traer los aparatos a los países de la región. En 2013, Celistics movilizó más de 84 millones de unidades, de las cuales aproximadamente 60% fueron teléfonos celulares, 30% SIM cards y 10% memory cards. Esto se traduce, según cifras proporcionadas por la empresa, en 30 mil unidades diarias movidas, con un indicador de rendimiento auditado (efectividad) de 98,5%. Su línea de soluciones radica en la planificación, logística nacional, logística internacional y distribución al canal, lo que la convierte en un atractivo actor para empresas como el Grupo América Móvil y Telefónica, referentes en nuestro continente.

Su presidente y CEO, José Antonio Ríos, quien estuvo presente en el MWC de Barcelona 2014, compartió su visión del mercado latinoamericano, su dinámico presente y proyección al futuro cercano con una particular visión respecto al trabajo en colaboración con las empresas y el gobierno con AEtecno.

-¿Cómo ve la penetración de móviles en América Latina?

-En Latinoamérica, la tendencia es al crecimiento. Hoy, la mitad de los equipos que se venden son smartphones. Por dos razones, uno, los precios han caido y los fabricantes los están poniendo con un rango de precio accesible al mercado. Y segundo, porque las redes de las operadores están bastante saturadas en el 2G; el haber lanzado el 4G tuvo dos efectos: una caída de precios y el intento de los operadores de migrar al 3G, una red mas eficiente y menos costosa de mantener y que los ayuda a incrementar el ingreso promedio por cliente cuando tienen un smartphone.

-¿Cuáles son las marcas o fabricantes que predominan en nuestra región?

-Son muchas. Obviamente, Samsung es global, pero Latinoamérica es importante y ha logrado un porcentaje de mercado que aún no llega al 50%, pero puja para allá. Nokia, hoy tiene en la región un porcentaje muy superior a otros países del mundo y lo mismo pasa con Blackberry, que en el mercado mundial ha pasado casi al cero. En América Latina todavía tiene ciertas áreas, sobre todo en profesionales que no la querrán perder. Motorola, que puja con teléfonos innovadores, basándose en el recuerdo de un Motorola que en su momento fue prácticamente número 1 en toda la región y trata de crecer fuertemente. Alcatel, que en Estados Unidos tiene una penetración mínima, y sin embargo, en Latinoamérica se mantiene en un porcentaje respetable. De manera que estamos en un continente atractivo con gran competencia que va ayudar a que los precio y las ofertas sean mejores y con un servicio de operadoras que respetan al consumidor latinoamericano.

-¿Qué hay de los fabricantes chinos, que a nivel mundial están irrumpiendo fuertemente?

-Está Huawei y ZTE, los más grandes, pero ahora tienes en el horizonte, yo te diría seis, siete u ocho marcas nuevas que todavía algunas ni siquiera han decidido cómo se van a llamar en Latinoamérica y que están apuntando a entrar aquí, aunque mucho más chiquitas.

-¿Hay demandas de equipos chinos de parte de los países de la región?

-En muchos sitios, de acuerdo con el poder adquisitivo que tengas, el teléfono es un activo importante para la familia y la relación, un tema de status; a lo mejor no puedes comprar una casa o muchas otras, pero el teléfono sí, y ahí tienes un punto de honor, de tener un teléfono bueno más allá de la funcionalidad. En ese sentido los chinos no están a la altura. Pese a que a nivel de features, dispositivos, tienes un buen producto, pero en muchos casos, la marca y lo aspiracional es importante a la hora de la toma de decisiones.

 
Latinoamérica: desarrollo y mercado
 
-A su juicio, ¿cómo perciben estas grandes empresas al mercado latinoamericano?

-Todos perciben el mercado latinoamericano como un mercado que está creciendo. No hay ninguna duda. Y que tiene todavía cuatro, cinco y seis años por crecer de manera rápida, mientras que en Europa llegaste mucho más rápido a un nivel de saturación y ahora se mueve por el recambio de modelos, al igual que EE.UU. y algunos de Asia. Entonces, ¿dónde vas a captar esos nuevos suscriptores? Bueno, el continente de mayor relevancia para eso es Latinoamérica.
 

-Y las desigualdades socioeconómicas de la región, ¿son un factor?

-Claro, pero fíjate que hoy en día tienes una incorporación de gente a la clase media que te está ayudando a la penetración de los móviles.


-¿Tienen contemplado en su trabajo realizar colaboraciones con gobiernos?
 
-Hemos evadido estar en algunas de las supuestamente grandes iniciativas públicas que después terminan en el fracaso. No hemos querido meternos en eso hasta el momento. Pero estamos abiertos a que nos propongan. Faltan proyectos que sean viables y que no dependan de un subsidio ni de lo que dure un gobierno o un ministro, lo cual está destinado al fracaso. Y eso no pasa sólo en Latinoamérica. Hay que hacer planes realistas y estamos dispuestísimos a eso.
 
-Desde su experiencia, ¿cómo ve el avance de la penetración del 4G en la región?
 
-Creciente. Hoy estamos en 20 o 25% de móviles o módems relacionados con el 4G. 
Dentro de eso, los países de Latinoamérica que dan cara al Pacífico están haciendo una transformación mucho más rápida del 4G que los del Atlántico. Chile, Perú, Ecuador, Colombia y México están mucho mas acelerados hacia el 4G que Argentina y Brasil. Eso va  a cambiar porque las ventajas del 4G para operadores y usuarios son muy importantes. La eficiencia del 4G no es la misma que los otros porque permite una transmisión mucho más eficiente, multiplicada por cien y a costos menores. Entonces los operadores están muy interesados en reducir y eliminar el 2G, si pudieran, y concentrarse en el 4G a futuro. Hemos visto eso y apoyado proyectos de triangulación en Perú, orientado hacia eso, que suscriptores del 2G se muevan al 3G o 4G y creemos que en Latinoamérica se está tomando en serio, aunque no en todos los países, por razones diferentes, como ciclos, disponiblidad. 


-¿A qué se debe este avance del Pacífico, solo a un rendimiento macroeconómico?
 
-No quiero hacer una división en ese sentido, macroeconómica, hay un conjunto de factores. En general, ha habido una situacion de acceso a la frecuncia del 4G, de cómo hacerlo entre los operadores, que hay cuatro y no se sabe cuántos quedarán en Brasil o si entran más y una serie de factores, por ejemplo. Desde luego que la macroeconomía favorece la penetración de teléfonos con mayores capacidades, pero en este caso el tema no es tan sencillo, sino también en el interés del operador de migrar al 4G. 
 
-¿Podría explicarnos más ese proyecto de triangulación en Perú?
 
-Es un proyecto, para uno de los operadores de telecomunicaciones en un esfuerzo de mercadeo y  técnico orientado a cómo mover suscriptores de una tecnología inferior a una superior, dándole incentivos apropiados para que el usuario quisiera cambiar su teléfono a otro con prestaciones superiores y que operaban en 4G, además de beneficiarse de las otras prestaciones. Fue algo que se empezó a experimentar en Perú, y los resultados no han podido ser mejores, donde el operador logró todas sus metas y adicionalmente logró un objetivo que lo beneficia desde los costos, transfiriendo usuarios del 2G a 4G.
 
-Generalmente se alega de una escasa inversión en redes y servicios, ¿cómo ve la situación?
 
-Los cambios en las tecnologías han forzado a un cambio de redes. Y del 2G al 4G no es que debas agregarle algo a la red, sino que tines que crear una totalmente nueva. La dinámica ahora es distinta a como funiconaba antes, cuando sólo cambiabas el software, por ejemplo, por un costo pequeño. Ese no es el caso. Son dos maneras totalmente diferentes de transmitir la señal, y requieren inversión, hasta dónde alcanza el dinero que pagan los usuarios para construir redes, necesarias, por la competencia, pero que algunas tienen lapsos de vida bastantes cortos, como el 3G. Entonces, cuántos años va a durar la cobertura 4G, teniendo que desmontar, o mantener operando a miles de usuarios que tienen la red anterior. No es un tema fácil para los operadores de resolver, porque estoy seguro que dentro de todos los operadores, que los conozco bastante, hay grupos de ingeniería y sistemas que les gustaría tener redes perfectas en todas partes, sin embargo, tiene que haber alguien encargado de finanzas que por los ingresos le dice que no son del todo viables. No es nada fácil, personalmente creo que se hace un gran esfuerzo; lo veo cuando voy a Latinoameŕica y me coge la red 4G, lo que es admirable, pero siempre tienen que estar mejores. También para los operadores nuevos hay una ventaja que no cargan con el costo de redes viejas. 
 
-¿De quién principalmente deben venir las inversiones: operadores y/o gobiernos?
 

-Soy escéptico sobre el papel de los gobiernos en tecnologías cambiantes. Porque un gobierno, de buena fe aprueba un presupuesto a fines de 2014 para 2015 y a lo mejor a final de ese año, nadie quiere 4G siendo que el gobierno ya tiene los mecanismos. Estas tecnologías cambian tan rápidamente que corres riesgos que al final del 2015, el gobierno tiene terminado una red de 4G, y la competencia avanza a un 5G, y para proteger su inversión  empieza a poner limitaciones para poner una nueva red y los ciudadanos empezarán a criticar. Este negocio es de ganancias pero también de pérdidas, el de las redes. Lo que está hoy, no quiere decir que vaya a estar mañana. Sí creo que los gobiernos tienen que tener una regulación para las empresas y exigir que se llegue a ciudades o poblaciones que cumplan con un porcentaje del total de la población y no solo en las grandes. 
 

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