En una dinámica que se torna cada vez más exigente para empresas y gobiernos, la adopción de tecnología por sí sola no basta. La más alta directiva de IBM para la región analizó en esta entrevista el panorama que está viviendo la industria.
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AETecno desde San Francisco, California. IBM Think reunió a varios miles de personas en su más reciente edición celebrada en San Francisco. Como es propio de un evento anual, en medio de las aglomeraciones y el caos que suscita para una ciudad este tipo de convenciones, los anuncios en materia tecnológica abundaron.
Entre ellos, quizás el más destacado dice relación con la expansión de Watson, la inteligencia artificial de IBM, que ahora es compatible con la nube en todas sus formas, ya sea pública, privada o híbrida. La iniciativa pretende ofrecerle a las empresas una forma más sencilla y rápida de crear, implementar y ejecutar modelos y aplicaciones de IA en cualquier entorno, lo cual robustece y potencia el portafolio de la tecnológica.
En este contexto, en medio de múltiples reuniones, paseando de una sala a otra en el inmenso pabellón acondicionado de paneles para este propósito, Ana Paula Assis, gerenta general de IBM Latinoamérica, revisa con AETecno los anuncios más atractivos de esta edición, así como un análisis a las tendencias que están marcando a la industria en nuestra región.
UNA NUBE SUPERIOR
-¿Cuánto ha evolucionado la nube al día de hoy?
-Ha evolucionado muchísimo porque hoy prácticamente todos los servicios uno los puede ejecutar desde la nube. Creo que ustedes escucharon un poco del mensaje de IBM. Hasta ahora los servicios que corren en la nube son los servicios más básicos; estamos entrando ahora en un nuevo chapter, en un nuevo momento en que los workloads más complejos, más de misión crítica deberán ser transformados para moverse a modelos de la nube. No necesariamente eso va a ser solamente yéndose a la nube pública. Los clientes van a tener que construir modelos híbridos, muchas veces coexistiendo, convivendo estructuras legadas tradicionales con modelos nuevos en nuevas arquitecturas de sistemas que van a permitir tener mayor flexibilidad y capacidad de crecimiento y expansión. Así que esa transformación de la arquitectura es el gran traspaso que se va dar en los próximos años y que ahí sí va a tornar el consumo y el tamaño de las operaciones en la nube mucho más significativas.
-¿Qué tan maduro o familiarizado está el mercado para adoptar el mix de la IA en cloud?
-Creo que desde el punto de vista del entendimiento ya se tiene bastante visión de lo que se puede hacer con las aplicaciones de inteligencia artificial. Eso ya está muy de dominio común, las capacidades. El gran reto que los clientes tienen ahora es cómo estructurar su base de datos, cómo crear una arquitectura de información que permitan a ellos extraer valor de esas aplicaciones de IA. Los algoritmos de IA tienen que ser entrenados. Y el entrenamiento de estos algoritmos se va a dar con la data que tienen los clientes. Si la data no está bien estructurada, si no tiene calidad para extracción de insight, no va a generar un resultado bueno. Nosotros acá tenemos una frase que dice, no existe inteligencia artificial, sin arquitectura de información, no existe AI, sin IA (por sus siglas en inglés). Este es el gran movimiento que estamos viendo ahora ocurrir que es para los clientes estructurar, en armar sus ambientes de datos, para soportar la construcción de aplicaciones de IA.
-A propósito de Watson Anywhere, ¿cómo va a impactar en Latinoamérica?
-Ya está totalmente disponible. Eso va a dar al cliente la libertad de escoger donde él se siente más cómodo de tener sus workloads en IA, y ese es el principal punto de IBM. Como tú sabes, nuestra principal estrategia hoy, cuando hablamos de cloud, es tener una estrategia que aborde el tema de cloud híbrida, el tema de multicloud. Sabemos que los clientes van a tener muchos proveedores de cloud y que sea abierto. Entonces el hecho de haber transportado Watson para cualquier plataforma es un compromiso claro de IBM con esas tres promesas que hacemos de cómo debe ser los ambientes de cloud, principalmente el tema de open, que debe estar ahí disponible y viable en los diversos ambientes que el cliente se sienta cómodo de utilizar.
-¿Eso hasta ahora era una barrera o limitante, no?
-La manera en que Watson funciona es una API que se puede conectar de una forma muy sencilla donde quiere que estén rodando los workloads de los clientes. Lo que quisimos dar es un paso adicional porque se torna muy sencilla la conexión, punto uno, y punto dos, estamos guiando por ejemplo que no se debe haber un locked in de un cliente a una plataforma, que ese es un gran punto que nosotros seguimos evangelizando a nuestros clientes: creen aplicaciones, creen arquitecturas que no te dejen trabados, cerrados en un único proveedor de cloud. Entonces, cuando nosotros ponemos Watson con esta característica, estamos dando el ejemplo de que esa es la manera en que se debe avanzar con el tema de cloud.
-¿IBM provee estas soluciones también a las pymes o está limitado el acceso?
-Totalmente, ese es el gran beneficio de estas tecnologías, son tecnologías realmente muy democratizantes porque como normalmente tenemos modelos que se pagan por el consumo que se hace, permite que empresas pequeñas o grandes tengan acceso a estas tecnologías y pagan lo que exactamente corresponde a su modelo de negocio.
LATINOAMÉRICA DIGITALIZADA
-¿Cómo es el acercamiento o el modelo de trabajo que tienen con los gobiernos?
-Nosotros tenemos una tradición de operar con el gobierno desde hace mucho. Es parte de nuestra ADN. IBM empezó apoyando a los gobiernos a hacer el censo, desde que empezó su historia. Tratamos de hacer seguimiento en algunas situaciones a través de un modelo de relacionamiento directo, pero tenemos un ecosistema bastante desarrollado para soportar las necesidades de los clientes de ese segmento. El objetivo de hacerlo así es garantizar que tengamos la solución más completa posible y podamos atender las demandas que los gobiernos tienen en términos de sus modelos de compra, de proceso, de contratación.
-En cuanto a sus demandas, ¿difieren mucho de los clientes tradicionales, a nivel de tecnología, por ejemplo?
-Desde el punto de vista de especificaciones técnicas son muy similares a los modelos corporativos privados. Normalmente tienen términos y condiciones más diferenciados porque tienen que velar por la soberanía y por los aspectos de compliance, por ser empresas públicas que tienen que responder con responsabilidad para la sociedad. Normalmente introducen condiciones que son distintas, un poco más exigentes del punto de vista de liability, de responsabilidad o acceso a capital intelectual, se tiene una abertura mayor de los componentes que tiene la solución. Creo que ese es el principal diferenciador.
-Respecto a los anuncios de digitalización en Latinoamérica, ¿cómo se materializan esos discursos gubernamentales en cuanto al interés por desarrollarlo?
-Se grafica, por ejemplo, a través del modelo que estamos viendo empezar en Brasil, de contratación de bloques de servicios en la nube, que ya están en marcha. Proyectos de digitalización o transformación digital que ya están pasando en diversas agendas del gobierno. Entonces hay hoy una demanda muy fuerte de los gobiernos en general en Latinoamérica de mejorar procesos, de tornar más eficiente el servicio al ciudadano. Entonces, esto realmente ya pasa a ser parte de una agenda muy muy fuerte de los gobiernos.
-¿Cuán importante es la digitalización para la competitividad de América Latina?
-Son absolutamente cruciales, no hay forma que Latinoamérica siga siendo una región que haga parte de la cadena de suministro globales si no pasa por este proceso de digitalización. Y esto pasa por todas las industrias. Muchas veces pensamos en digitalización solamente para las industrias que tienen una relación más directa con el consumidor. Las industrias más tradicionales, de recursos minerales, de agricultura, de producción manufacturera, normalmente no nos conectamos con estas tecnologías, pero ahí también debe pasar un proceso de transformación muy grande. Un ejemplo de lo que estamos haciendo en México con Cemex, una empresa cementera de una industria bastante tradicional que hizo un procesos de transformación digital muy interesante para entender al consumidor final, o sea, cómo el consumidor final consume su producto que es cemento. Ese tema de saber, de tener claridad de cómo mejorar la atención al cliente, de cómo mejorar la experiencia del cliente es fundamental en el proceso de reposicionamiento y garantía de estar competitivo en el mercado.
-Sabemos que hay matices, pero en general ¿qué tendencias se ven en los países de la región, hay algunos más adelantados que están impulsando o inspirando a otros?
-Yo veo una tendencia más de aún trabajos muy independientes de cada país, pero todos con una pauta muy en común que es cómo tornar los procesos más eficientes a través del uso de la digitalización, cómo tornar los procesos más transparentes con el uso de la tecnología y una preocupación muy fuerte con seguridad y privacidad de la data. Vemos ahí políticas e iniciativas. En el caso de Brasil una ley muy estructurada de protección de datos, algo parecido a lo que se hizo en Europa. El tema de la privacidad y la seguridad de la data creo que ES un tópico que está marcando todos los países de manera general, y un entendimiento muy claro del impacto que estas tecnologías van a a tener en las sociedades del punto de vista del cambio que se va a tener en la fuerza laboral, la necesidad de hacer el reskilling de las personas para que estén competitivas para seguir trabajando en este nuevo ambiente. Entonces, yo diría que los grandes temas son seguridad, aplicación de la tecnología para mejorar procesos y transparentarlos, y mucho foco en revisar los modelos educativos para adecuar esta fuerza laboral a este ambiente.
-¿Y qué países están más avanzados en esto?
-Es difícil decir que hay uno más avanzando que otro. Yo diría, por ejemplo, nosotros empezamos nuestro pathway technology, que es nuestro modelo de apoyar la educación para crear esas capas de competencia en Colombia y Brasil y estamos evaluando ahora cómo llevar a otros países. Como comenté, la parte de protección Brasil salió muy adelante con una ley, digamos muy bien estructurada; en Chile vemos un trabajo muy grande en el área de ciberseguridad. O sea, cada uno está tomando los temas que son más relevantes para su realidad y estableciendo planes de acción. Diría que están todos en una corrida y están todos definiendo dónde son sus prioridades en este momento.
FINALMENTE…
-¿Qué repercusión ha tenido el anuncio de adquisición de Red hat por parte de IBM?
-Es un anuncio de adquisición, en este momento tenemos la aprobación de los accionistas, de los inversionistas de Red Hat; de la adquisición ahora tenemos que pasar por todo el proceso de los reguladores y todo esto. Pero de manera general, primero, una reacción muy positiva porque IBM con Red Hat ya tenían una relación muy fuerte en la región y esto va a potenciarla. IBM tiene una operación de servicios en Latinoamérica que es muy relevante, entonces vamos a poder aportar mucho valor a Red Hat en el sentido de escalar sus capacidades para los clientes de la región. Y el tercero, que es una realidad global pero se aplica mucho a Latinoamérica también, es que IBM siempre tuvo un compromiso muy fuerte con open source, Fuimos una de las primeras empresas en ser parte de Linux foundation; fuimos uno de los mayores contribuidores de open source code, con lo cual, da mucha tranquilidad de que vamos a seguir manteniendo esta filosofía de open source después de la adquisición, con lo cual el mercado ha reaccionado de manera muy positiva.
-¿Queda algo de la IBM tradicional, asociada al desarrollo de máquinas y computadoras, contrastado con esta nueva era de tecnologías emergentes?
-Lo que hay de la IBM antigua son dos cosas muy importantes. El IBMista y nuestra preocupación por el éxito de nuestros clientes. Ese para mí es el ADN de esta compañía, lo que nos permite seguir avanzando. Y lo más importante fue lo que guió todo el proceso de reinvención de IBM. Sabíamos que teníamos que ayudar a nuestros clientes en este proceso de transformación con todo este impacto que la tecnología está generando en los negocios y para que pudiéramos soportar bien a nuestros clientes en este proceso en que nosotros también teníamos que cambiar. Lo que queda es esto, siempre esa preocupación de que estamos siempre evolucionando para estar apoyando a nuestros clientes en sus modelos de negocio, en su éxito y capacidad de seguir competitivos.
-Ante estas perspectivas, ¿cuál asoma como la principal amenaza o temor para ustedes como compañía?
-Creo que es nuestra capacidad de hacer estos cambios a la velocidad que el mercado exige, ese es el gran reto, que no es un reto solo para nosotros, creo que es un reto para todas las empresas tradicionales o las que tienen una historia; tienen el reto de hacer este cambio a una velocidad que les permita seguir manteniéndose relevantes en el mercado.
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