15 aspectos claves sobre los vehículos que se manejarán "solos"

Por en Webware

Todo acerca de los autos que se manejan solos, desde cómo funcionan hasta cuándo y de qué manera se incorporarán a la dinámica cotidiana de las calles, con todos sus peligros, reglas y decisiones éticas.

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1. ¿Cuándo llegarán al mercado?

El año pasado Nissan anunció un “objetivo ambicioso”: tener vehículos autónomos de precio accesible para 2020. Otras compañías consideran que este plan es demasiado ambicioso y piensan que lo más probable es que veamos su producción masiva por 2025 o 2030.

2. ¿Cuánto costarán?

En este momento, la tecnología sola le añade al vehículo un costo de US$ 70.000 a US$ 100.000. Apenas unas pocas personas podrían pagar tanto por esta suerte de alfombra mágica moderna. Las compañías están luchando para hacerla accesible y existen proyecciones de que, para cuando los autos autónomos comiencen a ser producidos en masa, el costo adicional podría haber bajado a montos de entre US$ 3.000 y US$ 5.000.

3. ¿Cómo funcionan?

Una gran cantidad de sensores son ingresados a las computadoras de los vehículos. Radares, lásers y cámaras colectan datos sobre la distancia a la que se encuentra de los objetos y la velocidad a la que estos se están moviendo. El GPS también tiene su rol, junto con un sistema de navegación que calcula de forma continua la posición, orientación, dirección y velocidad del vehículo y de los objetos que lo rodean. Sin entrar demasiado en detalle, se podría utilizar información basada en la nube para actualizar continuamente la computadora de a bordo, incluyendo los datos recogidos por otros coches.

4. ¿Pueden lidiar con zonas en construcción, ciclistas o niños en la calle?

En este momento son bastante buenos para resolver estas excepciones en el tránsito y sus desarrolladores están trabajando para hacerlos todavía mejores. Los sensores en los vehículos hacen un seguimiento de todo lo que sucede en el camino y los vehículos frenan ante obstáculos o para resolver cómo sortearlos.

5. Los autos autónomos y los conectados, ¿son lo mismo?

No. Los autos autónomos usan tecnología dentro del vehículo para encontrar el camino y evitar choques. Los autos conectados, un concepto también en desarrollo actualmente, provee comunicación de corto alcance entre vehículos y balizas de tránsito para ayudarlos a coexistir mejor. La tecnología de autos conectados puede ser una herramienta para los autónomos, pero no es revolucionaria, como algunos intentan hacerlo ver. Los autos conectados igual necesitan de un conductor activo.

6. Un auto sin gente al volante, ¿será más seguro?

Los expertos dicen que sí. Los errores de los conductores provocan la abrumadora mayoría de los choques, 93% en Estados Unidos, y hay más de 5 millones de estos accidentes cada año en dicho país. Solo quitar a los conductores drogados o alcoholizados de detrás del volante reducirá las fatalidades en 39%.

(Crédito: wired.com)

 

7. ¿Eso significa que habrá cero choques?

Nadie se anima a hacer esta afirmación por una buena razón: muchas cosas pueden salir mal en el camino. Pero habrá una reducción dramática de estos accidentes.

8. ¿Quiénes serán los ganadores y perdedores si estos autos se vuelven la regla en las calles?

Por un lado, estos vehículos darán mayor movilidad a las personas ciegas, mayores de edad, con discapacidades y aquellas demasiado jóvenes para conducir. Las profesiones que sufrirán más por la adopción de esta tecnología serán los taxistas, camioneros y conductores de ómnibus. Si las tasas de accidentes se desploman, los talleres de mecánica, compañías de seguros, quiroprácticos y salas de emergencia también verán disminuir sus negocios.

9. ¿Habrá menos embotellamientos? 

Probablemente sí, pero quizá no. Los autos que circulan por la izquierda podrán efectivamente transitar como si se tratara de un carril rápido, los vehículos podrán mantener distancias menores entre sí y los cruces serán más fluidos. Pero, a su vez, dos inconvenientes pueden surgir junto con esta tecnología: aquellas personas que no pueden manejar hoy estarán en las calles y, dado que viajar en un auto que no precisa ser manejado será más disfrutable y productivo, mucha gente podría pasar más tiempo en las carreteras.

10. ¿Esto afectará dónde la gente decide vivir?

Por un lado, si el vehículo se convierte en una pequeña oficina en la cual las personas pueden ser productivas, muchos podrían estar más abiertos a viajar a y desde el trabajo. Esto empujará la expansión suburbana. Por otra parte, si estacionar ya no es más un problema, la gente podría querer vivir en el medio de la acción, como es el centro de una ciudad.

11. ¿Qué significa esto para los estacionamientos?

Imagine ser dejado en la puerta de cualquier lugar al que quiera ir: eso podría pasar. Según se estima, 31% de las tierras son usadas para estacionar en zonas urbanas. Las mismas podrían reutilizarse en algo más. Por su parte, los vehículos podrían elegir zonas más distantes localizadas por satélite.

12. ¿Esto implicará reescribir de forma masiva las leyes de tránsito?

Por supuesto. Conducir es de las actividades humanas más complicadas y reguladas. La industria automotriz ha rogado a los reguladores para no pasar un montón de nuevas leyes hasta que la tecnología esté resuelta del todo, por temor a que la reacción prematura genere limitaciones o restricciones que resulten innecesarias cuando todo está dicho y hecho. Pero las reglamentaciones de tráfico necesitarán tiempo para actuar con el nuevo orden. Imagina, por ejemplo, la reorganización necesaria para la industria de seguros para sentirse cómodo con un equipo potencialmente culpable de una colisión.

Los conductores realizan decisiones morales (a veces muy malas) en fracciones de segundo: ¿es mejor salirse de la ruta y golpearse contra un árbol o atropellar a una mujer cruzando la calle con un carrito de bebé? Las computadoras son más pragmáticas que la gente pero, ¿tomarían la decisión moral correcta en un caso extremo como este?

13. ¿Dentro de cuánto tiempo estos autos serán producidos de forma masiva?

Hay muchas cuestiones a resolver, algunas técnicas y otras no. Por ejemplo, si bien el GPS puede ser una herramienta poderosa, puede equivocarse por varios metros. Esto no es un inconveniente si se trata de brindar direcciones de conducción, pero es un problema cuando hay que medir la distancia exacta de la próxima esquina para doblar a la izquierda.

Los seres humanos son el último sistema a prueba de fallos y los científicos cognitivos están estudiando cómo hacerlos actuar en caso de emergencia. Existe el temor de que los conductores pueden estar dormidos al volante o demasiado absortos en otras tareas como para centrarse de nuevo en la carretera, si el coche necesita ayuda humana.

14. ¿Para qué precisan conductores?

La verdad es que no necesitan. Estos autos ya son capaces de manejar bastante bien el tránsito, por lo que, para cuando pasen a ser producidos en masa, serán todavía mejores en las calles urbanas. Pero se necesitará un tiempo (y quizá una generación) antes de que las personas y gobiernos locales se sientan cómodas con estos vehículos circulando sin nadie detrás del volante.

15. ¿Andarías en uno?

La mitad de las personas entrevistadas este año por Pew Research Center dijeron que no lo harían. Los universitarios graduados se mostraron más proclives a intentarlo (59%), mientras que las personas con un diploma liceal o menor opinaron que declinarían la oportunidad (62%). La ligera mayoría de los residentes de ciudades y zonas suburbanas dijeron que lo harían, pero solo 36% de las personas viviendo en zonas rurales afirmaron que lo intentarían. 

Crédito imagen principal: hotdigitalnews.com

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