La seguridad de estas innovaciones siempre ha sido un tema controversial por el potencial riesgo que conlleva el control de la tecnología, pero en este caso, fue un poco más allá.

La revolución que proponen los nuevos autos inteligentes o autonómos se ha vislumbrado como una nueva tendencia en la industria tecnológica y automotriz. Este optimismo de las compañías se ha traspasado a los usuarios, quienes acaparan los testeos o videos con prueba de estos sistemas.

Sin embargo, la seguridad de estas tecnológicas siempre ha sido un tema controversial. Por un lado está lo relacionado a lo cibernético y las posibilidades de vulneraciones informáticas, pero por otro lado está el aspecto práctico: ¿serías capaz de subirte a un automóvil que no tiene conductor?

Un reciente experimento ha revivido las dudas respecto a la efectividad de estos sistemas. En particular se trata de la tecnología de estacionamiento automático, que ya ha tenido desarrollos comerciales. Aunque en este caso, algo sale mal.