Revisa nuestras impresiones de este teléfono, que cuenta con una de las fachadas más simples de Android, prestaciones de alta gama, aunque con un valor bastante alto.

Probablemente al escuchar Android, alguno de los primeros teléfonos que se te vienen a la cabeza tienen que ver con marcas como Samsung, LG o Sony. Sin embargo, con la llegada de diferentes compañías asiáticas, cada vez existen más y más alternativas que desconocemos. Una compañía, que si bien está bastante más consagrada que novatos como Xiaomi, es HTC. No obstante, sus teléfonos a veces pasan desapercibidos dentro de nuestra región ante la competencia más clásica del mercado.

Para conocer un poco más esta compañía probamos el teléfono HTC One M9, un equipo lanzado en marzo de este año pero que apareció en el mercado latinoamericano recién para el pasado mes de octubre. 

A nivel de análisis, lo primero que llama la atención de este equipo es su construcción. Este teléfono de metal pulido resulta agradable al tacto y a la vista, no es resbaloso y muestra terminaciones similares a la gama alta. Un punto en contra, dentro de este diseño, es la ubicación de sus botones de volumen y el de encendido/apagado al mismo lado del smartphone, que si bien están diferenciados por una textura especial pueden llegar a ser irreconocibles por usuarios más despistados.

Otra característica que no le juega a favor al equipo es su peso de 157 gramos y sus 9,6 mm de grosor, que son un poco superiores a otros modelos en el mercado. Aunque gracias a su diseño, no son necesariamente limitantes especialmente si ya estabas acostumbrado a su antecesor One M8.

Dentro de sus puntos altos, está sin duda la interfaz Sense 7 de HTC para Android Lollipop. A diferencia de otras marcas, esta plataforma tiene un uso mucho más simple, es más cercana a su versión original y tiene un diseño más agradable.

En tanto, a nivel de prestaciones, el equipo cuenta con características similares a otros equipos en el mercado como 32 GB de almacenamiento interno (además de la posibilidad de sumar una tarjeta SD que, según el fabricante, puede llegar hasta 2TB), 3GB de memoria RAM y un procesador de ocho núcleos que va hasta 2GHZ. Lo que quiere decir esto es que, claro, es un teléfono de alto rendimiento y que sus prestaciones le permiten ser un dispositivo más que capaz a la hora de exigirle en serio, o sea, en el momento de jugar.

En cuanto a su pantalla, el HTC M9 cuenta con un display de resolución Full HD que entrega buenos niveles de contraste y color, además de un espacio de lectura generoso a la hora de navegar en la web, ver videos o consumir libros electrónicos. Mientras que con respecto a su batería, el One M9 (de 2.840 mAh) resultó ser más que suficiente para el día a día, con un uso promedio que puede ir desde app de mensajería hasta ver videos, jugar o navegar constantemente.

Un elemento que sí es llamativo en el equipo es su cámara. Si bien la versión frontal cuenta con una apertura de f/2.0 y puede grabar video hasta 1.080p, es un elemento estándar que cuenta con una respuesta rápida de contraste e iluminación, tarea en manos del sensor de luz ubicado al lado del auricular del teléfono.

Este sensor, sin embargo, a veces es demasiado inteligente y sus mediciones constantes pueden variar excesivamente la cantidad de luz que la cámara filtra, dependiendo de la forma como el usuario sostenga el teléfono frente a una lámpara, por ejemplo. En palabras simples, el dispositivo mide cambios de luz en exceso sutiles que a veces pueden obligar a acomodar el teléfono de cierta forma para obtener la mejor respuesta de la cámara frontal y no al revés, como debería ser. Un asunto menor para alguno, pero igual presente.

La cámara trasera es otra historia y uno de los puntos fuertes del One M9: 20 megapixeles, una apertura fija de f/2.2 y lente angular de 27.8mm, capacidades que, con el software de manejo de la imagen, logran video en 4K y fotos plenas en contraste, color y detalle con las condiciones de luz adecuadas (e incluso en escenarios de luz promedio).

En definitiva, el nuevo One M9 es un teléfono que cumple completamente con la características de un modelo de gama alta y se presenta como una buena alternativa de smartphone si no quieres optar por las compañías más clásicas del mercado. El problema, al igual que con muchos otros teléfonos, es que la oferta de equipos Android es cada vez más amplia, y también es cada vez más fácil conseguir un buen teléfono, por un buen precio y con buenas prestaciones, sin necesidad que sean los modelos estrella de sus respectivas marcas.

*Con información de El Espectador