La empresa ha dejado de lado productos impopulares como Internet Explorer, para saltar a servicios más llamativos como los hologramas de HoloLens.

Si hace cinco años hubiéramos dicho que Microsoft iba a estar en el centro de los lanzamientos de tecnología para 2015, probablemente muchos nos hubiéramos sorprendido. Especialmente si tenemos en cuenta que no se debe solamente a la renovación más grande de su conocido software Windows, sino que también por el lanzamiento de nuevas plataformas, completamente reacondicionadas a la vanguardia del mercado, como los hologramas.

El creador de los impopulares productos Clippy, Vista y Zune está marcando absolutamente la pauta de lo que serán los nuevos sistemas y programas que usamos día a día en nuestras casas y trabajos, y de cierta manera, el camino para el mundo de la tecnología durante los próximos años.

Uno de los centros de este cambio de imagen ha sido el tercer presidente ejecutivo de Microsoft en 40 años, Satya Nadella. El nuevo CEO, de solamente 47 años de edad, ha marcado un giro fundamental en la forma en que se ve la empresa, y no sólo porque nos recuerda físicamente más a Steve Jobs que su antecesor Steve Ballmer, sino que también por su forma de ver la industria tecnológica, la que a su parecer debe estar más enfocada en la experiencia de uso que en el hardware.

"Esta transformación está tocando todas las aristas de la compañía. Estamos redefiniendo quiénes somos y a qué queremos llegar en los próximos años. Creo que lo más interesante es que tenemos un buen legado de usuarios, ecosistema, desarrolladores, pero no queremos descansar solamente en eso, sino que también llegar a ser una nueva compañía como un todo", explicó durante una entrevista con AETecno.com, Barry Ridgway, vicepresidente de Ventas, Mercadotecnia y Servicios de Microsoft Latinoamérica.

De esta manera, Nadella no es el único cambio. Otro síntoma claro de este giro en el timón de Microsoft es, por ejemplo, el anuncio de que Windows 10 se ofrecerá bajo la modalidad de descarga gratuita a los millones que ahora trabajan con Windows 7 y 8. Un lanzamiento que nunca se había realizado de esta manera, y menos aún sin costo.

A esto se suma también una gran inversión por parte de la empresa para fomentar el desarrollo de aplicaciones universales (no sólo para Windows, sino que también para otras plataformas), de start-ups de tecnología, y especialmente, de nuevas investigaciones científicas basadas en sus productos.

Pero sin duda el ejemplo más claro de este cambio de imagen es HoloLens. Este sistema de hologramas, a la vanguardia de la industria, muestra que esta es una compañía que todavía pelea fuerte por producir nuevas ideas. Desde este proyecto, hasta Office 365, Nadella ha cambiado el rumbo de la empresa que vendía discos cargados con software a sus usuarios cada algunos años, a vender suscripciones de servicios en la nube, y especialmente, nuevas experiencias en el área.

"Ya nos somos los únicos entregando experiencias en tecnología, así que queremos enfocarnos en la siguiente etapa de esta relación de computación personal. ¿Cómo va a ser? Quizás no va a tener que ver exclusivamente con un PC o un dispositivo específico, sino que en cómo los equipos funcionan en conjunto y coordinadamente; cómo las aplicaciones funcionan en todos ellos y cómo creamos experiencias de interacción", agregó Ridgway.

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Mientras su competencia, Apple, busca crear equipos más delgados, ligeros y rápidos, Microsoft se enfoca en buscar nuevas formas de interacción con estas tecnologías, como los hologramas. Algo mucho más parecido a lo que hace Google a nivel global con sus productos en línea, aunque con la ventaja, para la empresa de Bill Gates, de tener más experiencia en el mercado y una presencia más transversal entre generaciones.

Incluso, Microsoft ha comenzado a utilizar la misma estética que estas empresas. Que si bien a esta altura es una tendencia general en el mercado, busca adoptar un enfoque más minimalista, cargado de colores fuertes, y obviamente, que apuntan a un nuevo público, mucho más joven.

Todos estos lanzamientos, desde el renovado Windows 10 hasta HoloLens, marcarán una de las pruebas de fuego que determinarán si el nuevo Microsoft puede igualar su antigua gloria. A través de un cambio de imagen anhelado por la compañía por años, y que por primera vez lo hace parecer como una alternativa lo suficientemente cool frente a los líderes del mercado, Google y Apple.