Este concepto se refiere a la medida del rendimiento general del sistema, la accesibilidad y la usabilidad, que lamentablemente no es permanentemente infalible.

*Por Alessandro Porro, Vicepresidente de Ventas Internacionales de Ipswitch.

Desgraciadamente, nadie puede garantizar una absoluta estabilidad del sistema. Hay, sin embargo, directrices que cualquier administrador de sistemas puede seguir para definir políticas y procedimientos que garanticen de forma proactiva que una red no tenga un simulacro de incendio al azar.

Lo que constituye la estabilidad

Para ser claros, la estabilidad del sistema es la medida del rendimiento general del sistema, la accesibilidad y la usabilidad. Incluye asegurar el tiempo de actividad en componentes tales como servidores web y bases de datos, obviamente, pero va más allá de eso. Se trata también de mantener la fiabilidad de extremo a extremo desde el punto de vista del usuario. Teniendo en cuenta la experiencia del usuario, es importante medir las estadísticas individuales del servidor. Por ejemplo, si la aplicación procesa un millón de solicitudes por día, y un pequeño segmento de esas transacciones (sólo de 1% a 2%) tienen dificultad, decenas de miles de usuarios pueden verse afectados.

Definiendo lo que usted considera un sistema estable, deja por sentado un punto de referencia que puede utilizar para medir el rendimiento, la accesibilidad, la gestión del cambio y la compatibilidad. A partir de ahí, se puede trabajar en estrategias para alcanzar casi el 100% de disponibilidad del sistema.

Aquí hay ocho protocolos recomendados que pueden ayudar a garantizar que todo sigua de esta forma.

1. Defina su sistema de estabilidad

Definir y establecer lo que el departamento puede considerar un entorno informático estable, incluyendo las medidas del servidor y su efecto sobre UX. Pueden incluir tanto un objetivo de tiempo de recuperación (OTR), tiempo máximo tolerable sin acceso a la aplicación, y un objeto de punto de recuperación (OPR), pérdida de datos máxima que puede tolerarse. Fomentar una visión de toda la empresa de las mediciones integrales del sistema en lugar de uno que esté centrado en la tecnología, y medir los factores de riesgo que pueden interrumpir su negocio (y el de sus clientes). De lo contrario, usted termina con un enfoque de silos en el que los propietarios de sistemas individuales de consulta e informa sólo en sus componentes individuales.

2. Cree políticas de gestión de cambios

Crear y aplicar un estricto y bien definido proceso de gestión de cambio para que las fallas no se produzcan cuando se modifica algo. Esto incluye las actualizaciones de configuración de hardware y de red, instalación de parches y versiones de software.

3. Aplique procedimientos de prueba de extremo a extremo

El sentido común sugiere resultados de software de alta calidad en mayor tiempo. Pero asegúrese de que su empresa implementa procedimientos de prueba adecuados para garantizar la calidad en todos los ámbitos. Cada componente y su modificación - a partir de cambios en el código de reconfiguración del sistema e incluso actualizaciones de la infraestructura de red - necesita ser probado de extremo a extremo.

4. Haga un mapeo y supervise su red

Comunicaciones lentas o comprometidas pueden aparecer como un corte de luz, que afecta directamente a la estabilidad. Sepa lo que hay en su red global: servidores físicos y virtuales, infraestructura de red, qué puertos están abiertos, dónde se producen las comunicaciones vitales y dónde están sus puntos débiles. La mejor manera de hacer esto es visualmente, utilizando herramientas que ayudan a interpretar la complejidad de un vistazo.

5. Controle adecuadamente su servidor

Para evitar el tiempo de inactividad, usted necesita saber cuándo se produce un problema, ya que se produce, con un margen suficiente para solucionar el inconveniente rápidamente. Utilice una herramienta de monitorización y análisis unificado para ayudarle a descubrir todos los dispositivos y servidores, y luego aislar problemas de rendimiento para ayudar a enfocar sus esfuerzos. El análisis de causa raíz, una técnica de resolución de problemas a través de la mejora de procesos, se ve en el sistema en su conjunto - no sólo piezas individuales - y le ayuda a mejorar con el tiempo.

6. Implemente herramientas de colaboración corporativa

Un factor fundamental para la restauración de la estabilidad del sistema es la comunicación personal, especialmente con los equipos distribuidos geográficamente. Las herramientas de colaboración - las que trabajan a través de dispositivos móviles y de escritorio - son importantes para limitar el tiempo de inactividad cuando se producen problemas.

7. Pruebe los procedimientos de restauración del sistema 
Desarrolle la capacidad de restaurar rápidamente o implemente nuevas imágenes del servidor desde un repositorio de confianza en caso de una falla catastrófica. Esto incluye la gestión del código fuente o sistemas de integración continuos. Es importante probar estos procedimientos con antelación para el momento en que más los necesites.

8. Utilice análisis de Datos Masivos para predecir interrupciones

¿Cuál es la mejor manera de asegurar la estabilidad? Detenga los cortes antes de que ocurran. Mediante la recopilación de grandes volúmenes de datos a través de cada sistema, tanto cuando están funcionando correctamente y cuando fallan, usted puede utilizar las herramientas de análisis para descubrir las tendencias que ayudan a predecir futuras interrupciones.
En última instancia, adopte un enfoque productivo para la estabilidad, en lugar de reaccionar a un sistema después de que se produzca una falla. Esto se ha demostrado que funciona en otras áreas, y está funcionando para servicios de asistencia técnica.