Si bien las mujeres aún son una minoría en esta industria, según un estudio publicado por Laborum en 2015, cada vez se revierte más esa tendencia.

*Por Natalia Vega, Country Manager de IDC Chile

Este año hemos visto un discurso fuerte respecto de la discriminación de género y una posición ciudadana muy férrea en esta materia, exigiendo algo que parece obvio y que los Derechos Humanos consagran: igualdad.

Sonaban a comienzos de este año ecos provenientes desde las actrices de Hollywood, que demandan un pago equitativo con sus pares masculinos, y escuchábamos a organizaciones sociales defendiendo un proyecto que busca establecer sanciones en Chile a los acosadores callejeros, cuya aprobación representa un importante paso al frente para el país.

En materia de acceso al mercado laboral, durante las últimas décadas se ha registrado un crecimiento de la participación femenina en Chile: desde un 29% en 1986 a un 42% en 2010 (según el Estudio de Participación Laboral Femenina de 2015 del INE). Un crecimiento tremendo que aún no ha tenido repercusiones sustanciales en el mundo de las Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones.

Me refiero a esto, porque hace pocos días celebramos el Día de las Niñas en las TIC, un día que ha creado la Unión Internacional de las Tecnologías (UIT) para recordarnos que, por ejemplo, las probabilidades de que las niñas prefieran estudiar una carrera relacionada con tecnología, en comparación a los niños, es cerca de cinco veces menor; y que tanto en nuestro país como a nivel global, las Tecnologías de la Información están lideradas por el género masculino quienes ocupan mayoritariamente los empleos en esta área.

Se esperan cambios. Si bien las mujeres aún somos una minoría en el mundo de las tecnologías, según un estudio publicado por Laborum en 2015, cada vez se revierte más esa tendencia. En este estudio se descubrió que la participación de las mujeres en la industria TIC ha mostrado un crecimiento de al menos un 3%, versus 2014, situación que no sólo es relevante para la industria, sino para el país en general.

Por una parte, resulta importante que las compañías aumenten la contratación femenina en esta industria (Marissa Mayer, Virgina Rometty y Sheryl Sandberg son ejemplos concretos de la alta calidad profesional de algunas mujeres en las TIC), y por otra, es realmente crucial generar oportunidades desde etapas tempranas. De acuerdo con datos de la National Science Foundation, sólo el 13% de los ingenieros en el mundo son mujeres. Es ahí donde está el principal desafío.

Hemos visto un interés real por parte de los Estados para lograr una mayor inserción de las mujeres en todos los ámbitos, pero sin duda es importante lograr robustecer el sistema educacional desde sus cimientos para permitir una mejor participación en los distintos ámbitos que el mundo requiere, ya que la igualdad de género es un componente base para el crecimiento de toda nación. Mientras se consideren en serio los nuevos roles de las mujeres en la sociedad actual, habrán oportunidades reales en este campo.

Sabemos, con certeza, que los cambios pueden ser permanentes, y en este caso es importante el cambio cultural y la internalización para llevarlos a cabo, es una tarea que como sociedad necesitamos continuar desarrollando.