Las claves de la tecnología en la infraestructura de nuestras ciudades

Por en Diseño & Desarrollo

El sistema actual está empezando a fallar, pero nunca es demasiado tarde para cambiar el rumbo hacia la eficiencia y modernidad.

*Por Paula Padrao, VP Sola Infor.

Durante los últimos meses Santiago fue foco del caos, dejando en evidencia la escasa preparación que existe a nivel de infraestructura. En dos ocasiones observamos cómo sus principales arterias se convirtieron en verdaderos ríos, afectando no sólo la vida normal de sus habitantes sino también su productividad. Sin embargo, nuestra realidad no está alejada de las grandes potencias. Por ejemplo, Estados Unidos pierde cinco mil millones de horas al año por mala infraestructura, debido a que en promedio cada estadounidense gasta cerca 38 horas en tráfico durante un año, perdiendo una importante proporción de tiempo de productividad.

Para solucionar esto, los norteamericanos deberán desembolsar una suma realmente importante. Según la American Society of Civil Engineers, al país del norte le costará más de 3,3 trillones de dólares mantener la infraestructura existente en sus ciudades, sin considerar el intento por modernizarlas acorde al nuevo siglo.

De esta manera, para evitar este tipo de problemas en Santiago, se hace imperante garantizar la detección temprana de las reparaciones necesarias, para prolongar así de mejor forma la vida de su infraestructura, y la mejor manera de hacerlo es invirtiendo en tecnología para la gestión de activos físicos, ya que brinda la visibilidad sobre el mantenimiento predictivo.

Esta tecnología tiene la ventaja de ayudar a priorizar los proyectos basándose en los riesgos y capacidad crítica, para invertir mayores fondos para mejoras de capital en la forma más eficiente posible. En este proceso encontramos cinco pasos importantes que se podrían aplicar en Santiago: Crear un inventario de cada activo existente, identificar los proyectos viables, definir los criterios de prioridades, determinar los proyectos considerando sus categorías y modelar los efectos de la inversión.

Junto con esto, también se pueden utilizar prácticas de mantenimiento modernas, como los reemplazos basados en el estado o en el desempeño. En un escenario de transporte, por ejemplo, los transformadores se deberían reemplazar basándose en la edad, cualquiera sea el estado de ellos.

La infraestructura es vital para el éxito colectivo de la comunidad y es hora que tanto empresas públicas como privadas realicen las inversiones necesarias para revitalizarla, las que sin duda debieran considerar el uso de nuevas tecnologías para crear una eficiencia sustentable, inherente a la gestión moderna de los activos físicos. En este punto se debe considerar a la generación de los millennials, ya que será quien utilice estas mejoras, las que se deben considerar el respeto por el medio ambiente, la tecnología y el uso de la bicicleta.

El sistema actual está empezando a fallar, pero nunca es demasiado tarde para cambiar el rumbo hacia la eficiencia y modernidad.

Comentarios

Error | tecno.americaeconomia.com

Error

El sitio web encontró un error inesperado. Vuelva a intentarlo más tarde.