Estos modelos basados en "máquinas que aprenden" realizan ajustes a sus algoritmos, para que así la tasa de captura o detección de amenazas sea cada vez más precisa.

*Por Carlos Perea, Vicepresidente de ventas para Latinoamérica de Gigamon.

La base de la inteligencia artificial aplicada a resolver funciones computacionales. Básicamente es una máquina a la que se le dota de una cantidad determinada de información, la aprende y ajusta sus respuestas para generar un comportamiento determinado. Este tipo de adaptación y aprendizaje continuo, “afina” su forma de interpretar y entregar resultados más precisos cada vez.

Nuevas soluciones para el análisis de seguridad, como sistemas de seguridad para datos, sistemas de administración de eventos informáticos y productos de análisis de comportamiento de usuarios que usan modelos de tipo “máquina que aprende”, asisten a los encargados de la seguridad en las organizaciones y gobiernos, a crear una representación de la red, para detectar cualquier comportamiento sospechoso a lo largo y ancho de la infraestructura de red. 

Éstos modelos basados en “máquinas que aprenden” reciben nueva información sobre el tráfico dentro de la infraestructura de red, realizan ajustes a los algoritmos, con lo que la tasa de captura o detección de amenazas, sea cada vez más precisa. El concepto, así como los modelos son dinámicos, nunca estáticos.

Aplicaciones de seguridad con inteligencia artificial como soluciones de seguridad en muchos sentidos de ésta, confiarán más y más en máquinas que aprenden, piedra angular de la inteligencia artificial. Los sectores productivos que tomarán más ventaja de la inteligencia artificial aplicada a la seguridad informática, son las dedicadas a detección de malware, análisis de seguridad, Big Data, empresas de protección “End Point” y soluciones de seguridad para Internet de las Cosas (IoT).

La inteligencia artificial será determinante para el concepto de seguridad informática dentro de los siguientes 30 años. Hoy, la forma en que la tecnología evoluciona es muy rápida. Lo que nos tomaba 30 años en desarrollar y llevar a determinados mercados, puede ser desarrollado en un tercio de ese tiempo o menos. En 10 años veremos aplicaciones que predicen el comportamiento con altas tasas de precisión en casi todos los aspectos de nuestra vida en relación con la informática (predicción IoT), sobre todo en la seguridad. Las infraestructuras de red que estén equipadas con este tipo de tecnología, serán capaces de anticipar intrusiones y tomar de manera automatizada acción correctiva inmediata para defender y mitigar cualquier daño posible causado. Todo esto sin intervención humana.