Apple Pay continúa su expansión por América del Sur: ¿será exitosa?

Por en Fintech

Argentina, Chile y Perú contarán con un nuevo competidor de la industria de las fintech, que, según los expertos, aumentará la competitividad y las opciones de pagos en el mercado. Su popularidad, sin embargo, está en duda debido a la baja adopción de dispositivos de la marca en la región.

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Apple continúa su expansión por América Latina, esta vez en la industria fintech a través de su aplicación Apple Pay.

Según su sitio web, el “sistema de pago que reemplaza las tarjetas físicas y el efectivo en tiendas” se lanzará en Argentina, Chile y Perú. Actualmente, está disponible en Brasil, Colombia, Costa Rica y México.

El servicio de la empresa de Cupertino permite a los usuarios agregar su tarjeta de débito o crédito a la aplicación Wallet a los dispositivos de Apple, tales como iPhone y Apple Watch, y pagar en distintos comercios sin contacto; es decir, sin necesidad de sacar la tarjeta o tocar el terminal de pagos del negocio.

Apple Pay, además, cuenta con una tecnología para almacenar la información del usuario de manera encriptada, por lo que los datos de la tarjeta y de la transacción no son compartidos con el dispositivo, ni los servidores de Apple y tampoco con los comercios.

Aún no existe fecha específica del lanzamiento, sino que la única información disponible es que se realizará “próximamente”. Pero bancos como Interbank de Perú y Banco de Chile han publicado contenidos relacionados a la aplicación, como videos promocionales, material de apoyo y términos y condiciones de uso, pese a que luego fueron eliminados.

Aunque es un servicio novedoso para América del Sur, Apple Pay fue desplegado inicialmente en 2014 en Estados Unidos, por lo que tardó ocho años en llegar a la región.

Para Ángel Sierra, director ejecutivo de la Asociación de Empresas Fintech de Chile (FinteChile), el atraso se debe a la participación minoritaria de la marca en los mercados de Sudamérica (11,66% en enero de 2022, según Statista), específicamente por el alto costo de los dispositivos y el poder adquisitivo de los latinoamericanos que privilegian otras marcas (el 43,12% prefiere Samsung).

El socio de la firma legal Sumara Hub Legal en Perú, Álvaro Castro, añade que pese que América Latina es un mercado alto en oportunidades por el nivel de bancarización -la adopción de tarjetas de crédito y débito es un 40% en Chile, 21% en Argentina y 12% en Perú, según un reporte de la consultora Boston Consulting Group-, “cada país no es un mercado tan grande para justificar un aterrizaje, como tampoco son mercados homologados desde el punto de vista regulatorio o institucional, por lo que Apple tendría que analizar las condiciones y restricciones país por país”.

Impulsa el ecosistema fintech local

A pesar del retraso, los expertos celebran la llegada de un nuevo actor en la industria de la tecnología financiera, especialmente representado por una big tech como Apple, no solo porque agrega mayor competencia en el mercado financiero, sino también porque genera oportunidades de colaboración y alianzas con los bancos y fintechs locales.

Según los expertos, inicialmente el despliegue de Apple Pay se realizará en conjunto con los bancos, pero luego podría integrar tarjetas de prepago emitidas por billeteras electrónicas de fintechs, tales como Mercado Pago, Ualá o Tenpo, como ocurre con Nubank en Brasil, Colombia y México.

Por otro lado, también consideran que Apple no ofrecerá solo este servicio de pagos, sino que va a prestar servicios más allá de la agregación de tarjetas. Por ejemplo, en otros países, Apple Pay permite el pago de transporte público, sacar dinero en efectivo de cajeros automáticos, realizar transferencias entre distintos usuarios y hasta ofrece una tarjeta de crédito sin tarifas, con cashback y herramientas de datos financieros.

“Al final, el insumo principal de las empresas de tecnología en servicio financiero es la data. Hoy están en pago, mañana, con la base de datos, puede ofrecer crédito, alternativas de inversión o scoring”, dice Castro. “No creo que quieran desarrollarlo todo ellos, sino a través de alianzas con innovación abierta, y aquí es donde veo una oportunidad de colaborar con fintechs locales”, añade.

¿Qué implica para el negocio?

Existen varios beneficios de Apple Pay para los usuarios, ¿pero qué significa para los negocios sudamericanos que deben comenzar a aceptar pagos con esta nueva funcionalidad?

Uno de los desafíos de Apple Pay en América del Sur es que el iPhone no es un dispositivo muy popular en la región. “¿Cómo obtienes clientes para tu servicio de pagos sin que estos tengan tu aparato?”, dice Álvaro Castro.

Por el otro lado, aunque los clientes de estos negocios tendrán mayores opciones de pagos, “si no hay interoperabilidad, puedes castigar tanto al comercio como al cliente”, enfatiza Ángel Sierra, refiriéndose a la interconexión entre los proveedores de pagos para que el negocio no necesite múltiples dispositivos para aceptar los distintos métodos de pagos de sus clientes.

Por ejemplo, en Perú recién a inicios de 2020 los negocios fueron capaces de aceptar pagos de distintas marcas de tarjetas – como Visa y Mastercard – con un solo terminal de pago.

En el caso de Chile, los pagos con tecnología QR aún no son populares, ya que no existe interoperabilidad y el negocio tendría que colocar varias cartulinas con distintos códigos QR de cada proveedor de servicios de pagos, mientras que en Argentina ya no es necesario porque la normativa que obliga a todas las billeteras electrónicas leer cualquier código QR entró en vigencia en noviembre de 2021.

Con la entrada de un nuevo método de pago como Apple Pay, los negocios tendrían que adoptar tecnologías para aceptarla, como una máquina de punto de venta (POS) que cuente con tecnología para aceptar pagos sin contacto (NFC), que podría desincentivar a los negocios aceptar Apple Pay.

“La interoperabilidad es un desafío de mediano a largo plazo, para que el exceso de competencia de oferta no sea un problema para el comercio y ciudadanía”, dice Sierra.

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