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![]() Héctor Cancino Editor AETecno Caos e incertidumbre made in USA: el escenario que acecha a la industria tecnológica Nos acercamos al término de una nueva semana y nuestro seguimiento al acontecer del rubro tecnológico nos lleva a Estados Unidos, país que ha concentrado las disputas más relevantes y sabrosas del momento; unas nuevas, otras ya icónicas. La primera de ellas hace referencia a la polémica entre al menos tres firmas privadas de considerable éxito. Una semana atrás, dábamos cuenta de la disputa que se encendió entre Apple y Epic Games, el desarrollador del gran hit de videojuego Fortnite. La firma de la manzana eliminó de su tienda de aplicaciones el videojuego por la violación de las políticas de pago y compras. Epic Games habilitó una función de pago directo en Fortnite que se saltaba el filtro de Apple y, por ende, la comisión del 30% que este cobra a las ventas y pagos que se hacen en las aplicaciones que se descargan de su plataforma. La desarrolladora alegó que esta remoción era otro ejemplo de cómo Apple ejerce su poder y fomenta prácticas monopólicas sobre el mercado de procesamiento de pagos en su sistema. La acusación incluyó una campaña publicitaria con un video que parodiaba un avisaje de Apple contra IBM con la lógica de la novela 1984. Aunque la controversia tuvo su explosión con el caso de Apple, Google también tomó medidas al respecto y, al igual que su rival de Cupertino, eliminó a Fortnite de su tienda de aplicaciones Google Play. Por esto, Epic Games concretó una demanda contra ambos gigantes tecnológicos ante los tribunales para zanjar la situación. Mientras, surgen alertas respecto a las repercusiones que podría tener la medida de remoción de Epic Games, pues se podrían ver afectadas herramientas y aspectos técnicos que sustentan el trabajo de otros desarrolladores. El otro expediente, que escapa del ámbito netamente privado y tiene mayor data, es el de la ofensiva de Estados Unidos contra Huawei, que se anota con nuevos capítulos. Los esfuerzos de Donald Trump por opacar a la multinacional tecnológica china no se han detenido y todo indica que, conforme se acerquen las elecciones presidenciales en Estados Unidos, no se cesarán. En concreto, durante la última semana el mandatario estadounidense amplió sus restricciones y prohibió a los proveedores la venta de chips fabricados con tecnología estadounidense a la empresa china, anulando posibles vacíos en las sanciones originales que habrían permitido a Huawei acceder a la tecnología a través de terceros. Esta acción podría afectar severamente los planes de Huawei, pues corta su cadena de suministros para semiconductores, lo cual ya ha significado efectos concretos como el tener que dejar de fabricar sus chips Kirin. La medida está generando una gran incertidumbre en el sector, pues al ser cadenas con múltiples etapas en el proceso y diversos proveedores, otros actores del mercado, como Samsung, Sony y Mediatek, podrían ser afectados indirectamente. El golpe de Estados Unidos se traduce también en las presiones a nivel de software, pues se ha alertado que la licencia temporal con la cual los desarrolladores de ese país podían proveer de actualizaciones a terminales Huawei ha vencido, lo cual podría afectar, no solo a los nuevos dispositivos de la empresa (que de por sí ya no cuentan con los servicios de Google), sino que también a los que ya se han comercializado anteriormente, justo en la época en que se anunció el veto. Más allá de que las consecuencias de estas medidas no sean del todo claras -en primeras instancias al menos- la unidad de devices de Huawei sigue haciendo esfuerzos por explicar a los usuarios y la comunidad en general que continuará brindando actualizaciones y parches de seguridad a sus usuarios, ya sea a través del apoyo en la comunidad de código abierto como de desarrollos propios. Aunque Estados Unidos sigue con su propaganda de posicionar a Huawei como un brazo del partido comunista chino y, por ende, como una amenaza a la seguridad nacional, hasta ahora no ha mostrado evidencias o pruebas concretas que grafiquen esta situación. Por eso, no se puede olvidar que todo esto se enmarca en un contexto de guerra comercial y estratégica entre Estados Unidos y China, donde la Casa Blanca se ha mostrado particularmente agresiva a través de su Departamento de Comercio y otras entidades, o desde la propia iniciativa del presidente Trump. La popular red social TikTok ha sido objeto de juicio en el último tiempo, al punto de ser presionada por el mandatario para ser adquirida por una compañía estadounidense. Twitter, Microsoft y Oracle, recientemente, han asomado como candidatos. Son precisamente este tipo de movimientos los que apuntan a que todas estas maniobras se mantendrán o intensificarán de cara a las elecciones de Estados Unidos donde Trump busca la reelección. Probablemente, nunca antes la industria tecnológica global estará más atenta a las votaciones en Norteamérica.
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