WiFi o cable de red: ¿cuál es la mejor opción para conectarte?

Por en Guías

Hoy en día existen distintos métodos de conexión a Internet, que según la empresa de seguridad ESET, se diferencian mayoritariamente en su nivel de seguridad y velocidad.

Estas opciones son principalmente dos: la primera es de manera inalámbrica atreves del WiFi, la segunda mediante un cable de red comúnmente conocido como Ethernet. ¿Cuáles son sus diferencias? ¿Por cuál deberías optar?

Velocidad de conexión

Que una conexión sea más rápida que otra depende de diferentes factores, como la saturación de canales y a la gran cantidad de conexiones por defecto. Si bien el WiFi ofrece una mayor capacidad de velocidad que la conexión a través de cable, también suele ser más inestable y sufrir de disminución en su capacidad de transmisión de datos.

A esto se suman las estructuras que rodean al router. Por ejemplo, si la casa del usuario tiene paredes de hormigón u otros materiales de construcción, es posible que viva perdidas de señal y una reducción del rendimiento de la conexión WiFi. Esto sucede porque cuanto más alta es la frecuencia, mayor es la tasa de absorción de muros y suelos.

Este tipo de diferencias puede ser imperceptibles durante una navegación sencilla. Sin embargo, sí son notorias a la hora de jugar juegos en línea, compartir archivos en red o al reproducir contenidos ultraHD en streaming.

De esta manera, aunque existen distintas normas y estándares para cada tipo de conexión, implementada de manera correcta Internet por cable es más rápida que la conexión WiFi.

En las conexiones inalámbricas las capacidades de cada protocolo son velocidades máximas teóricas, pero en la mayoría de los casos no alcanzan a explotar todo su potencial porque son afectadas por distintos obstáculos. Por su parte, las conexiones vía Ethernet presentan un rendimiento más estable al no verse afectado por esos agentes u otros factores externos. 

Seguridad de conexión

A nivel de seguridad, las conexiones inalámbricas son más débiles comparándolas con Ethernet. De esta manera, existen numerosos ataques que pueden realizarse de manera remota, tanto para desautenticar un dispositivo como para romper la clave de cifrado e ingresar a una red. Además, con mayor o menor medida de éxito, un atacante podría bloquear este tipo de comunicaciones inalámbricas a través jammers o inhibidores de señal.

Otro ataque común en estos casos es el de falsos puntos de acceso, a partir de los cuales la víctima queda conectada con el atacante quien puede espiar su tráfico y robar sus datos. Estos ataques son imposibles de hacer a través de una red Ethernet, ya que solo podrían realizarse si se tuviese acceso físico. Debido a esto, las conexiones por cable son más seguras que las comunicaciones inalámbricas, ya que tienen menor riesgo de sufrir incidentes sin profundizar en las medidas de seguridad que podrían aplicarse.

Por otro lado, si se trabaja con notebook y se están constantemente cambiando de puesto dentro de la cobertura WiFi, quizá no se podrá limitar a un cable que obligue a permanecer en el mismo espacio físico. En el caso de las PC de escritorio, aunque puedan contar con tarjeta inalámbrica, solo es recomendable cuando no se permita llevar el cable de red Ethernet hasta el equipo. 

Si bien en teoría WiFi ofrece una mayor capacidad de velocidad que la conexión a través de cable, la conexión vía Ethernet termina siendo en la práctica la más rápida y también la más segura. Además, aunque el sueño de no utilizar más cables para los dispositivos ya es posible, en muchos casos para los amantes de la velocidad no es la mejor opción. Por lo tanto, será cuestión de priorizar los gustos y tener en cuenta qué nivel de seguridad deseamos para nuestra información”, comentó Lucas Paus, especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica.

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