Rodrigo Teijeiro: el "primer" emprendedor tech de Latinoamérica

Por en Startups

Este joven argentino ya lleva más de 15 años en el mundo del emprendimiento, con grandes proyectos como Sónico y Cupónica. Hoy tiene como meta democratizar el sistema de pagos en la región por medio de la tecnología.

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Cuando Rodrigo Teijeiro comenzó con su primer emprendimiento en tecnología, el concepto “emprender” todavía no era común en la región. Hace 15 años, cuando este joven argentino, decidió crear su primera red social para bandas independientes, nombres como Mark Zuckerberg (Facebook), Larry Page (Google) o Jack Dorsey (Twitter) todavía no eran conocidos a nivel mundial y nadie se imaginaba que el proyecto de dejar la universidad para irse a crear su propia empresa a Silicon Valley era en realidad una buena idea.

Eran comienzos del 2000 y Teijeiro era la oveja negra de su familia. Con una familia llena de académicos, y un padre con un Phd en Economía, dejar de estudiar y comenzar un proyecto de la nada en línea sonaba como algo demasiado arriesgado.

Yo lo viví como algo muy natural. Nunca en mi cabeza fue quiero ser un emprendedor, era lo que quería hacer. Tenía una oportunidad muy concreta que era un momento único en la historia para poder entrar en la tecnología, que era algo en lo que quería enfocar las próximas décadas de mi carrera profesional. Y me lancé, con 20 años empecé mi primera compañía y dejé la universidad, estaba estudiando Economía en Buenos Aires. Obviamente mis padres me querían matar porque que el hijo mayor no terminara la carrera era terrible. Pero me apoyaron en mi decisión y doy gracias de que pude seguir adelante con lo que sentía”, señala Teijeiro.

El impacto más fuerte fue tener que -y una de las cosas que creo que todo emprendedor odia de alguna forma- despedir a personas. Tuve que echar inicialmente a 25 personas, después tuve que cerrar este negocio. Fue duro desde ese punto de vista, pero a la vez ese fracaso me preparó para el próximo. 

Su pasión para tomar este camino surgió un poco antes precisamente por un amor que este emprendedor argentino y su padre compartían: la economía. Así, y sólo con 18 años, Teijeiro se inspiró a crear su primera empresa gracias a una compañía llamada Etrade, que funcionaba en línea y permitía vender y comprar acciones.

Tras un año de buenos resultados con esta plataforma, donde comenzó con sus US$5.000 en ahorros y llegó a los US$100 mil en ganancias, y un power point, este joven decidió comenzar su primer proyecto: Sónico, una red social para bandas independientes. Un proyecto que lamentablemente no tuvo un buen final.

“El impacto más fuerte fue tener que -y una de las cosas que creo que todo emprendedor odia de alguna forma- despedir a personas. Tuve que echar inicialmente a 25 personas, después tuve que cerrar este negocio. Fue duro desde ese punto de vista, pero a la vez ese fracaso me preparó para el próximo. Yo siempre digo que lo importante no es probar o intentar, sino que volver a levantarse después de una caída. Ahí es realmente donde se hace la diferencia”, revela el emprendedor argentino.

Luego de este intento llegó Tarjetas Telefónicas, un sistema de tarjetas prepago desde Estados Unidos que fue inmediatamente rentable, alcanzando en un periodo de tres a cuatro años a un nivel de US$10M de facturación. Después llegó un nuevo Sónico, una red social regional que alcanzó los 25 millones de usuarios registrados y que a diferencia de su predecesor, fue vendido con éxito a la plataforma Match.com. Incluso logró superar en nivel de usuarios en Facebook para 2008.

Sin embargo el camino no ha sido simple. Si bien comenzar un empresa en América Latina permite que los negocios tengan una menor competencia a la que tendrían en Estados Unidos, existen otras dificultades en el camino para los emprendimientos regionales.

“Muchas veces lo que pasa en América Latina es que existe una volatilidad más grande porque además, no sólo está el contexto de crear una empresa, sino que también tienes arena movediza por los tipos de cambio, los cambios en la regulaciones, son muchos factores que le dan un componente de dificultad”, explica el emprendedor asegurando además que a veces el contexto económico también influye en el éxito de las startups.

"Para el 2008 habíamos terminado de levantar capital, la compañía estaba creciendo muy fuerte, tuvo una oferta de compra muy grande, pero en el momento que Lehman Brothers cae en bancarrota, y el mercado norteamericano comienza a caer estrepitosamente, bueno, todas las oportunidades de venta y levantada de capital desaparecen", cuenta a AETecno este emprendedor.

Hoy Teijeiro trabaja en su nuevo proyecto: RecargaPay. Una plataforma para recargar celulares prepago que quiere cambiar la forma en que usamos nuestros teléfonos en Latinoamérica y que surgió de una pregunta simple: ¿Cuál sería el problema más grande que podríamos resolver en América Latina y que más personas tienen?

“Hace 5 años nació esta idea hasta lo que somos hoy, tenemos más de un millón de clientes y es el comienzo para ofrecer, así como recargas de celulares, pagos por la electricidad, el agua, y hacer una app donde acostumbremos a las personas  a pagar cosas a través del celular en vez de que tengan que ir físicamente a un lugar”, comenta Teijeiro.

Por medio de este sistema de recarga para celulares, la empresa quiere ir mucho más allá hasta cambiar la manera en que pagamos día a día todas las cosas que necesitamos. El valor de este proyecto según el emprendedor argentino es que “para el 2020 van a haber más smartphones en América Latina que la población actual en Estados Unidos. Lo que deja este dato es que va a haber más gente con estos equipos que cuentas bancarias y RecargaPay en sí es una cuenta bancaria, es una billetera virtual (...) En el fondo lo que estamos haciendo es ayudar a la base de la pirámide a hacer pagos digitales. Osea, meterlos dentro de la economía digital, es democratizar el pago móvil”. 

Así como recargas de celulares, pagos por la electricidad, el agua, y hacer una app donde acostumbremos a las personas a pagar cosas a través del celular en vez de que tengan que ir físicamente a un lugar

Este gran valor ha hecho que Teijeiro deje sus otros proyectos para pasar enfocarse únicamente a RecargaPay. “Hace dos años atrás estaba manejando hasta seis negocios en simultáneo, y la oportunidad de RecargaPay fue tan clara que me dediqué a vender los distintos negocios que tenía para enfocarme 100% a RecargaPay. Cualquier otra cosa hoy no se compara con la oportunidad de este negocio”, comenta Teijeiro.

“El impacto que podemos tener para democratizar los pagos digitales o pagos móviles para gente que a lo mejor no tiene cuenta bancaria, no tiene tarjetas de crédito, es algo que no sólo nos sirve para crecer como compañía, sino que también es un bien que puede tener un impacto enorme en la sociedad”, agrega el emprendedor.

Pero, ¿qué motiva a Teijeiro a seguir adelante? “Es difícil emprender. Conozco muchos emprendedores con los que charlamos y que se cuestionan muchas cosas, que no se imaginaron la dificultad que es llevar adelante un negocio. Pero también tiene la increíble sensación que es crear algo por ti mismo, liderado por uno, y bueno, también está la recompensa económica de haber tenido esa valentía y empuje para crear algo de cero”.

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