La empresa ha perdido grandes candidatos para su adquisición, como Google y Disney. Sin embargo, el bajo crecimiento de usuarios no sería la única razón del fracaso de estas negociaciones.
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Twitter no ha tenido un buen año. Desde los cambios que sufrió a nivel de CEO hasta la baja en usuarios que ha vivo mes a mes. Esto obviamente ha puesto carbón a los rumores de una posible venta de la compañía creada por Jack Dorsey, y son muchos los nombres de compañías que han surgido entre los potenciales interesados. No obstante, ni Google, ni Salesforce, ni Disney han decidido cerrar la adquisición de este servicio. ¿Por qué?
Una de las razones principales a la que apuntan muchas personas es la inestabilidad de la red social. Esta compañía, que fue alguna vez una de las más apetecidas en el mercado de la tecnología, hoy en día no tiene el respaldo en uso que solían apoyarla. Desde su salida a la bolsa en 2013, la empresa ha tenido que buscar la manera de reinventarse para frenar la fuga de usuarios. Esto ha llevado a cambios estructurales en su funcionamiento, que cada vez busca asemejarse mucho más a lo que hace Facebook.
No obstante, las cifras de crecimiento no han mejorado. El número de usuarios no sólo se ha estancado desde el verano de 2015 hasta julio de este año, con solo un 1% extra, sino que además Twitter presentó durante los últimos meses el repunte en ingresos más bajo desde su salida a bolsa.
Si bien esta es una razón potente para que las compañías interesadas no decidan cerrar la compra, el verdadero motivo tendría que ver con los mismos usuarios de la red social. Específicamente, los temidos "trolls".
Twitter ha sido una de las redes que más se ha visto afectada por el acoso dentro de sus mismos usuarios, por medio de miles de mensajes de odio, abuso e incluso insultos. Este punto obviamente, alejó en su minuto a empresas como Disney, conocida por su contenido infantil, que no quería verse involucrada con este tipo de imagen. Por otro lado, este problema que aún no ha sido resuelto por parte de la compañía, también podría terminar siendo una carga sin escapatoria para empresas como Salesforce, Google o Verizon.
Esta idea quedó bastante clara luego que el mismo CEO de Salesforce, Marc Benioff, asegurara que había desistido del intento de compra dado que Twitter "no encaja correctamente" con la compañía que dirige, a pesar de su interés por la inmensa cantidad de datos que tiene la red social.
Si bien la posible compra de Twitter por parte de la empresa de Benioff y de Google significó que la empresa subiera un 20% en la bolsa. La dilatación en las ofertas y la adquisición de la red social ha llevado sus acciones a bajar de los US$24 que valieron a principios de octubre, a solamente US$16. Una cifra, además, muy por debajo de los US$69 que alcanzó en su mejor momento en 2013.
¿Qué queda en el futuro para Twitter? Teniendo en cuenta que ya no es una real competencia para Facebook, y que nuevos actores como Snapchat o Weibo han tomado parte de su mercado, a la empresa solamente le queda reinventarse de alguna manera que le permita recuperar a sus usuarios. Logrando este paso, junto a un mayor control del contenido que alojan en línea, todavía podría quedar una luz de esperanza para la empresa.
La pregunta es: ¿Jack Dorsey ya está trabajando en una manera de solucionar estos obstáculos? Porque definitivamente esperar sentados a que alguien pague por la red social ya no es una opción, y quedarse quietos a la espera de nuevos interesados, podría significar fácilmente la sentencia de muerte para Twitter.
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