La idea principal que sustenta a la app se basa en el deseo de uno de sus fundadores de poder desaparecer las imágenes que lo avergonzaban. Y al parecer, la fórmula da resultado.

Snapchat es una aplicación móvil de mensajería instantánea cuyo diferenciador es que las imágenes y mensajes no se almacenan, además cuenta con una serie de filtros que hace la interacción más divertida.

Nació en julio de 2011 y en la actualidad, sin cumplir siquiera los cinco años de vida, tiene un valor de US$16.000 millones. ¿Cómo pasó esto?

La idea principal que sustenta a la app se basa en el deseo de uno de sus fundadores de poder desaparecer las imágenes que lo avergonzaban. Éste es un sentimiento que en tiempos de internet todos hemos compartido ya que, a menudo, regresamos a nuestras viejas fotos en otras redes sociales y nos preguntamos: '¿cómo pude publicar esto?'

Resulta que ese deseo era compartido por muchos universitarios que no querían dejar rastro de sus publicaciones y para la primavera de 2012 la app contaba ya con 100.000 usuarios.

Los inversionistas comenzaron a vaciar sus bolsillos para apostarle a la nueva red social gracias a su popularidad entre un público clave: los millennials. Tanto así, que el CEO y cofundador, Evan Spiegel, abandonó sus estudios en Stanford para dedicarse por completo a Snapchat.

Actualmente es la red social con el público más joven. El 83% tiene menos de 35 años y en total cuenta a diario con 100 millones de usuarios. La publicidad encuentra en este público un segmento estratégico.

Lo cierto es que Snapchat ha destacado porque ofrece todas las cualidades de una app de mensajería instánea como Messenger de Facebook y Whatsapp pero genera mayor 'engagement', es decir, atrapa más a los usuarios porque ofrece un mayor entretenimiento a través de los filtros basados en reconocimiento facial y el hecho de que las líneas de tiempo sean visibles sólo por un corto periodo de tiempo, lo que le añade un factor de mayor curiosidad.

Incluso Facebook intentó comprar la red pero la oferta fue rechazada. Ahora sabemos que cuando Mark Zuckerberg ve el potencial en algo, tiene razón. Sólo basta ver cómo han crecido Instagram y Whatsapp bajo el control del CEO de Facebook.

El potencial para la publicidad también está latente, así como las posibilidades para empresas editoriales que a diario comparten contenido, tales como Vice, Cosmopolitan, Mashable y National Geographic, entre otros.

Otra forma que puede monetizar la app son los filtros pagados por marcas. Por ejemplo, si una relevante tiene un gran evento al que asistan muchos de los usuarios de Snapchat, éstos pueden tomar capturas y colocar el filtro diseñado por la marca para indicar que están ahí. Los filtros aparecerán al identificar la ubicación del usuario, por ello se les llama geofiltros.

Así, si te encuentras en Disneylandia y deseas compartir en Snapchat una fotografía o video, entre los filtros podrás seleccionar uno donde aparece el logotipo de Disney así como el emblemático Castillo.

De hecho, McDonald's fue la primera marca en pagar a la red por colocar estos geofiltros y ahora los usuarios pueden usarlos cuando visitan alguna sucursal de la cadena.

Todo indica que tendremos Snapchat para rato.